Wednesday, July 16, 2008

MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE VALLDIGNA
Reportaje fotográfico

Hace ya veinte años visité el Monasterio, era un día caluroso, aún no estaban reguladas las visitas tuve que acercarme hasta la casa del guarda que accedió a abrir las puertas del cenobio, previo pago de una cantidad que pagué religiosamente con antelación.
Se limitó a acompañarnos durante todo el recorrido por aquellas ruinas, no dando ninguna explicación; eran evidentes sus escasos conocimientos sobre la historia del monasterio, aún así le agradecí el gesto.
Yo había cumplido el objetivo que me había llevado hasta allí, admirar la obra que habían dejado los monjes cistercienses, albergando la esperanza de que llegaría un día en que aquellas pinturas y aquellas edificaciones se pudieran restaurar para uso y disfrute de todos aquellos que sentíamos la admiración por las obras antiguas, una circunstancia que la Generalitat de Valencia está llevando actualmente.
Me llamó la atención la grandiosidad del conjunto, a pesar del paso del tiempo, pues el monasterio se había fundado por Jaime II de Aragón allá por el año de 1928, si bien es verdad es que los edificios cuyas ruinas hoy se contemplan, como el templo y la capilla de la Virgen de Gracia, se levantaron después del terremoto de 1644, durante los siglos XVII y XVIII.
Con motivo de la desamortización de Mendizábal, los monjes fueron exclaustrados; vendido a particulares el monasterio cisterciense se convirtió en una explotación agropecuaria y se derribaron muchas de las edificaciones.
Pasé, en compañía de mi mujer largo rato visitándolo. De aquel día guardo las fotografías que realicé y son las que ahora expongo para el disfrute de aquellos que lo deseen, como documento gráfico de hace una veintena de años.



Vista de la puerta principal al recinto amurallado, se trata de la Puerta Real con las dos torres que la flaquean, coronadas con festones.

Fachada de la capilla de La Virgen de Gracia, de principios del siglo XVIII. En el dosel, en mármol se aprecia el escudo de la Valldigna.

Vista interior del atrio una vez traspasada la Puerta Real, al fondo. Se aprecia parte de la bóveda de crucería que como elemento original se conserva en perfecto estado.

Ya intramuros, después de pasado el atrio, se recorría un camino flanqueado de naranjos presentes en todo el recinto.


La iglesia es de planta de cruz latina, de una sola nave. En el crucero una cúpula apuntada con tambor sobre pechinas.


La torre campanario destaca sobre el conjunto, construída en 1657, compuesta de tres cuerpos, el primero del siglo XV, el siguiente donde se encuentra el campanario y el último en forma de templete de época barroca.




Ornamentación profusa a base de pinturas churriguerescas.


Ruinas del palacio del Abad. Muestra la instantánea los arcos escarzanos que sostenían el seobreclaustro.

Lugar del refectorio. Al fondo flaqueada por dos puertas laterales, la entrada a la sala capitular.



Acceso al refectorio y detalle de arranque de uno de los arcos, realizados en sillería, que sostenían la bóveda de crucería que lo cubría.

Vista de la muralla que rodea el recinto del Monasterio, desde el interior.
Hoy esta en proceso de restauración y se puede visitar. FIN

Sunday, July 13, 2008

LOS REFUFIOS DEL VALLE DE ULLDECONA
Una llamada de atención.
Asturquín.
Para llegar a estos refugios es imprescindible contar con la autorización del Ayuntamiento de Ulldecona. Eso es lo que hice, nada más llegar al lugar donde la visita siendo acompañados por uno de los agentes municipales, el cual me indicó la dirección a seguir. mientras, en el coche nos iba relatando a mi hijo y a mí, el modo y las circunstancias en que se realizaron los descubrimientos de las pinturas rupestres que en ellos se encontraban y motivo de mi interés.
Parece ser que por los años setenta las había descubierto un muchacho del pueblo, aficionado a la escalada y es así que un buen día, durante uno de los descansos sus compañeros no le dejaban conciliar el sueño, decidió escalar hasta uno de los abrigos y quedarse en solitario a pasar la noche tranquilamente. Cuando a la mañana siguiente abrió los ojos se quedó atónito, observando las numerosas pinturas que se encontraban a escasos centímetros de sus ojos.
La vista panorámica del amplio valle de Ulldecona ofrece la misma imagen de las montañas de fondo que veían los cazadores que utilizaron estos refugios, puesto que está realizada desde uno de ellos. Tal vez la única diferencia es que, en aquellos tiempos, el valle podía estar cubierto por las aguas, al menos en algún periodo.
Las laderas escarpadas ofrecen las mismas características que en el valle de Valtorta y sus pinturas y figuras parecidas connotaciones. Los refugios aquí se encuentran aprovechando una gran hendidura en medio de la ladera rocosa.
Sin embargo mi mayor interés de centró al observar el más amplio de ellos y que estaba en el mismo camino o sendero que nos lleva a los menos accesibles, aunque ahora hay mayor facilidad al haber colocado unas escalinatas adosadas a la pared y que no dejan de tener su peligro sobre todo para la clase menuda, de ahí la insistencia en el agente municipal a que tuviera especial cuidado al encaramarme hasta uno de aquellos habitáculos.
En efecto el refugio a que me refiero es de una gran dimensión y durante muchos años, generaciones diría yo, ha sido lugar empleado para hacer sus hogueras en invierno, como lugar de comida de descanso para los pastores etc. Como consecuencia la pared está completamente ennegrecida y una ancha capa de hollín la cubre En uno de los extremos aparece sin embargo la única figura relevante de la época estamos tratando, precisamente en uno de los extremos en donde los efectos de los humos no llegaron nunca.
Me hizo pensar de inmediato los tesoros pictóricos que podía albergar este refugio, al suponer que esta espesa capa negra haya servido como resguardo del vandalismo y la destrucción a que se han visto sometidos otros enclaves prehistóricos más expuestos y accesibles.
Por tanto, desde este espacio llamo la atención a las autoridades que consideren la posibilidad de limpiar estas paredes, para comprobar esta hipótesis. Si debajo se encuentran pinturas, lo más probable, a buen seguro que podríamos descifrar con más detalle el modo de vida de aquellas gentes y su forma de vida.

Saturday, July 12, 2008

REFUGIO DEL POLVORÍN
pinturas rupestres
Asturquín
De nuevo en el Maestrazgo mi interés por las pinturas rupestres, esta vez me dirigí en compañía de mi hijo Marcos hasta el pantano de Uldecona, en la Puebla de Benifasr. Ya en la presa me puse al habla con el guarda que amablemente me indicó el lugar donde los artificieros guardaban los explosivos, cuando estaban construyendo el embalse, era el mismo lugar que muchos años antes habían ocupado los del Neolítico y donde dejaron plasmadas sus inquietudes artísticas.
Pero me temía lo peor, después de haberme contado tal destino. En efecto, las pinturas no estaban en el mejor estado, hay que imaginarse el trasiego de aquellos días con las cajas de los citado explosivo y demás material accesorio para realizar las voladuras pertinentes y los roces y golpes de toda índole que posiblemente recibieron aquellas. A todo esto hay que añadir que habían aprovechado el refugio para construir bajo su techo la caseta para custodiar los citados explosivos.
Hoy por supuesto están protegidas, pero el daño ya estaba hecho, no obstante aún se pueden admirar varias escenas de caza.
Un cazador con arco y flechas. Se aprecian en la piedra innumerables destrozos por golpes y roces.
Figuras de arqueros. El de la derecha, del que se ve solamente desde la cadera, parece iniciar la maniobra de cargar su arco con una flecha.
Tres figuras en movimiento. La del centro no parece que lleve algún arma o utensilio, sin embargo los otros dos son arqueros.
Representación de un arquero apuntando hacia su presa con el arco tensado y el resto de la flechas cogidas con la mano izquierda. Se intuye la atención que está poniendo en ese momento, con todo el cuerpo en tensión.
Parece apreciarse, aunque con bastante dificultad, debido al estado del pigmento y los destrozos en la piedra que el arquero transporta el arco colgado del hombro, al haber pasado la cabeza emtre el cordón y el arco propiamente dicho. Las flechas parece que las lleva en la mano derecha.
Los destrozos nos impiden ver las figuras en toda su dimensión. A la derecha sin embargo una pierna de uno de los cazadores deja ver los adornos que llevaban por debajo de la rodilla.
A la izquierda de la fotografía tres cazadores en actitud danzante o quizás corriendo en busca de alguna presa.
Los estropicios continuan observándose. En este caso pilló de lleno en el cuerpo de este guerrero, aunque eso no nos ha librado de poder apreciar los plumones que cuelgan de la piernas.

Dos vistas generales, en donde se puede apreciar el grado de deterioro que sufrio el yacimiento pictórico. Es evidente que algunas lajas fueron desprendidas a propósito por manos culturalmente irresponsables. FIN
EL REFUGIO PREHISTÓRICO "ELS CAVALLS"
Asturquín

En el año 1924 el refugio prehistórico “Els Cavalls” en el término de Tirig, (Castellón) fue declarado Monumento Histórico Artístico, de ahí mi interés en observar in situ las pinturas rupestres que en uno de sus refugios se encontraban.
Para llegar hasta allí, desde Tiring hay que seguir por la carretera en dirección a Albocacer, hasta llegar a un cruce distante un kilómetro y medio, desde él se recorre un kilómetro hasta tomar el camino que lleva la valle propiamente dicho de Valtorta. Hay que dejar el vehículo y a pie llegar después de diez minutos a la entrada de la grieta o refugio.
La gran grieta que se abre al valle del Valtorta es impresionante, según íbamos bajando por su interior las paredes verticales a un lado y a otro iban descubriendo el valor que en su momento tuvieron para aquellos hombres del neolítico, cazadores que utilizaron este lugar como habitación, al menos durante los periodos de caza. Se puede apreciar en sus paredes los trabajos realizados para sostener los apoyos del ramaje que les servía de techo, al menos esa fue una de las conclusiones a la que llegué, al observar el perfecto paralelismo que existía entre una grieta natural de una de las paredes y la hendidura hecha en la otra.
Sin embargo lo que me llevaba hasta allí eran las pinturas rupestres que realizaron aquellos hombres, aprovechando un pequeño abrigo que se encontraba en las inmediaciones del gran ventanal de la amplia grieta que se abría, a media pared, sobre le valle.
Estuve un buen rato observando aquella maravilla del arte rupestre del levante español. Bien es verdad que ya el vandalismo había hecho su efecto y varias estaban destrozadas al levantarlas para llevárselas de recuerdo. ¡Lastima!
Figuras de arqueros en distintas posiciones, escenas de caza. Otra se aprecia un arquero momentos antes de disparar la flecha contra alguno de los venados. La galería de fotos son los recuerdos de aquella calurosa visita realizada en Julio de 1990.

Friday, July 11, 2008




CASASOLA DE DURUELO

BREVE RESEÑA CULTURAL por Asturquín
El núcleo del pueblo de Casasola no tiene restos arqueológicos, sin embargo, sin lugar a dudas existen en sus alrededores, como los restos del poblado que se encuentra entre éste y Duruelo, del que hoy se pueden observar afloramientos de paredes de piedra, sirviendo de referencia la iglesia común a ambos pueblos, lo más probable levantada encima de algún antiguo santuario.
No cabe duda que los restos más interesantes pertenecen al muy cercano poblado ibérico de Los Castillejos de Sanchorreja, (1) el cual visité en innumerables ocasiones tratando de sacar alguna conclusión respecto a su planta, el diseño de su muralla, sus accesos, cosa harto difícil debido al estado en que habían quedado después de la prospección a la que se la había sometido realizada con los primeros criterios científicos en 1931, por Joaquín M. Navascués y Emilio Camps Cazorla, asesorados por J. Cabré, de aquellos primeros sondeos subvencionados por la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades, se puede apreciar que las maneras estaban muy lejos de las técnicas modernas.
Apenas queda restos en pie de lo que quedaba de su muralla, sus piedras yacen diseminadas ladera abajo, fruto de la diversión irresponsable. Lo más probable que las gentes que ocuparon los lugares de los pueblos colindantes aprovecharan también las piedras para construir sus casas. No obstante aún pude ver algún lugar de acceso, viendo el desgaste de sus antiguos y rústicos peldaños en piedra, a causa del paso de sus habitantes y que me hicieron, al pisarlos, viajar en el tiempo.
Aún se pueden apreciar los restos de sus edificaciones circulares cerca del poblado, sin embargo queda por descubrir, así lo creo el lugar de sus enterramientos, quizás también sus lugares de culto.
Supongo que en el poblado de Los Castillejos, aún quedan cosas por hacer, a fin de preservar lo que queda del expolio, pues de vez en cuando de forma casual aparece algún vestigio de aquella civilización diga de interés, como es el caso de una Diana cazadora en broce.
Se trata de una pieza de singular belleza plástica, quizás en su tiempo formó parte de un conjunto, a juzgar por los resaltes que se pueden observar por encima de la cabeza y en los dos de la base de la figura. Su parte posterior delata que fue hecha a base de una matriz, por lo que se da por supuesto, al menos esa es mi opinión, que no fuese una pieza única, sino más bien sus reproducciones llegaron a este poblado debido a intercambios comerciales.
Hay algún que otro despoblado en las proximidades de Casasola del cual solamente quedan restos de cerámicas esparcidas en pequeños trozos por los campos de cultivo, cosa que pude comprobar en los años sesenta, cuando acompañaba en las faenas agrícolas a alguno de los vecinos del lugar.
Pero este lugar ya fue ocupado mucho antes que lo hicieran los de Los Castillejos, por aquí ya cazaban los hombres del Paleolítico, una pieza encontrada en el término de Casaola, camino de Sanchorreja, lo atestigua.
Tuve la suerte de dar con ella, debido que alguno de los hombres que la manejaban, bien se le cayó desde el alto de una gran piedra de granito, en una rendija, o bien la tiró allí a propósito. El caso es que allí estaba desde tiempos inmemoriales. Tuve alguna dificultad en extraerla, pero cuando la tuve en mis manos, pude comprobar que se trataba de choping – tool.
Por último hay que reseñar el acierto que han tenido los habitantes de Casasola con la recuperación para su patrimonio del verraco en ciernes que se ha colocado a la entrada del pueblo, después de ser extraído durante el movimiento de tierra que se realizaba con motivo del ensanche y asfaltado de la carretera de Ávila. FIN
(1) http://castrosdeavila.blogspot.com/2008/01/castro-de-los-castillejos.html