Wednesday, December 14, 2011


EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL SAHARA OCCIDENTAL
Buenas tardes.
Como no es mucho el tiempo disponible para hablar de un tema tan extenso, he tratado de sintetizar la exposición, sin dejar de mencionar los hitos más relevantes en el devenir histórico del Sahara Occidental.
Limitado al norte por Marruecos, al noreste por Argelia, al este y al sur por Mauritania y al oeste por el Océano Atlántico, el territorio se extiende sobre una superficie de 266.000 km². Su capital, El Aaium, capital política y administrativa, actualmente bajo la ocupación marroquí, provisional Bir-Lehlú, bajo control saharaui, Dajla, Bujdur y Smara cuentan también entre las grandes ciudades del Sahara Occidental.
Hablar del Sahara Occidental es hablar del desierto, es hablar del desierto de África y hablar del desierto de África es hablar de climas extremos, de sequedad, aislamiento, también de supervivencia, de largas travesías, austeridad y sobretodo de la fe en su destino. Estas fueron y son en el día de hoy, las virtudes de los hombres y mujeres saharauis en la parte más occidental del continente africano, a los que rindo homenaje.
Los saharauis eran esencialmente ganaderos, pescadores, labradores, artesanos, comerciantes, morabitos y sobre todo guerreros. Pero antes de todo son nómadas. Retrocediendo en el tiempo, vayamos hasta las pinturas rupestres testigos mudos y elocuentes de un pasado de cazadores, invocando a los espíritus. A los que utilizaron las piezas pétreas de la industria del Neolítico que se encontraron diseminados en la sequia el Hamra y Río d Oro o a los montones de conchas que nos hablan del paso de gentes prehistóricas, en pos de su supervivencia.
Hace 2000 a 1500 años A.C. aparece el caballo y el carro tirado por bueyes y posteriormente en época romana el camello. Excavaciones arqueológicas han desenterrado algunos restos humanos, cuyos cráneos han sido identificados como ancestros del bereber actual. Las tribus bereberes, aliadas de los cartagineses, ocupaban el norte del Magreb: mauri, mecaiteb y massyles, en tiempos de la segunda guerra púnica. Los últimos, finalizada la guerra de Yugurta en el año 106 a. de JC., se incorporan a Roma, formando parte de la provincia de Numidia, quedando como clientes del Imperio los Mauri que con la dinastía de Yuba II, van a llegar hasta el año 40 de JC, organizándose en tiempos de Calígula tres provincias: Mauritania Tingitana (norte del actual Marruecos), Mauritania Caesariensis y Numidia que comprendían los actuales territorios de Argelia.
Aunque si lo eran de iure, de facto no fueron los romanos propensos a extender sus territorios, más allá de la región meridional del Atlas, ya que los nómadas saharauis, diseminados en los desiertos, con frecuencia efectuaban incursiones hostiles. Esto explica que aprovechando esta coyuntura, los vándalos de Genserico invadieran sus territorios y ocupasen Cartago en el 429, produciéndose el hundimiento del poder romano en toda la parte septentrional de África, y surgiesen como consecuencia una serie de reinos bereberes que a lomos de sus dromedarios, se va a extender como mancha de aceite, sobre amplias zonas agrícolas y urbanas, abandonando su pasado romano y sedentario y los saharauis de la parte meridional, siguieran de forma independiente. Cincuenta años antes, en el 480, los cartagineses habían llevado a cabo, a bordo de sus naves, una expedición de 3000 hombres al mando del general Hannón, con la misión de explorar la costa occidental africana,llegando hasta el golfo de Guinea. En la costa correspondiente a lo que sería el Sahara Español, erigen un monumento consagrado a Poseidón.
Después de Mahoma, bajo el imperio de los Omeyas son vencidos los bereberes de Ifriquiya, (Tunez), impiden la entrada en el Magreb a los bizantinos, e inician la penetración islámica en el entorno occidental en 697 o 698. Las familias, clanes y federaciones tribales siguieron viviendo, desde los comienzos de invasión musulmana en un clima de anarquía. Dentro del seno del Islam se produce un cisma, cuando los bereberes Sbdalah ben Yasin y Yahia ben Ibrahim imponen normas rigurosas en la practica el Islam y los almorávides bajo el mando de un primo del segundo, Bu Beker atraviesa el Draa ocupando Ifni, con la intención de dominar los valles del Atlas. Su sucesor Yusuf llegaría hasta Fez y fundaba Marraquech, para pasar a España en 1086. El Sahara Occidental quedaba integrado en un vasto imperio el de los Almorávides. Situación que no duraría mas de un siglo puesto que pasado el cual las tribus bereberes volverían a su estatus secular de independencia.
En esta situación se encontraban las tribus saharauis, cuando se empieza a tener noticias escritas de algunos lugares de estos territorios y es en la carta catalana de 1375 donde se los identifica con notable precisión, demostrando que fueron los españoles los que llegaron a estas tierras con antelación a los portugueses.
Juan de Betancourt desembarcaba en las inmediaciones del cabo Bojador, sosteniendo luchas con los indígenas saharauis y aunque los portugueses efectuaron algunas instalaciones en la costa pronto las abandonaron, para fijar su atención en los territorios americanos.
Las rutas caravaneras eran poderosos incentivos, tanto para los comerciantes portugueses como para los castellanos en el siglo XV ya que transportaban, desde los mercado de Tombuctú, oro, esclavos y otros productos muy apreciados por los europeos, como las plumas de avestruz o marfil que intercambiaban en las costas del Sahara Occidental. En 1452 Inés Pérez y su consorte Diego García de Herrera, señores de Canarias, fueron los patrocinadores de muchas de las incursiones a estos territorios y el modus operandi de sus transacciones consistía en alcanzar una cabeza de puente en la costa, para desde allí en una cabalgada, llegar a los poblados del interior, sorprender a sus habitantes y se hacerse con hombres, mujeres y negros que aquellos, a su vez habían conseguido recientemente.
En 1468, con una pequeña flota desembarca Diego García de Herrera en Guadir, levantando una torre en la bahía de Puerto Cansado, un punto estratégico y enclave que se denominó Santa Cruz de Mar Pequeña, a unos 45 Km., al N.E., de cabo Juby. Iba a desempeñar el punto de encuentro del tráfico comercial con las tribus bereberes del Sahara, donde se intercambiaban esclavos, oro, plata y el pan.
Pero mantener esta fortaleza supuso grandes sacrificios en su defensa de los ataques bereberes y murieron muchos de sus defensores llegados principalmente de Canarias, por lo que al cabo de unos años se tuvo que abandonar. En 1491 los Reyes católicos nombran a Don Alonso Fernández de Lugo “El Adelantado”, Capitán General de las conquistas del África Occidental, desde cabo Güera hasta cabo Bojador, cambiando cuatro años más tarde las circunstancias adversas de los nómadas saharauis de la zona norte del meridiano de Puerto Cansado.
En el médano de San Bartólome, situado entre el uad Draa y el uad Cheibka, se establecen negociaciones encaminadas a conseguir la sumisión de aquellas tierras pertenecientes a la Corona de Castilla, negociaciones que llegaron a feliz término, al firmar las capitulaciones entre las tribus “teknas” y Diego de Cabrera, momento en que se reconstruye la Torre de Santa Cruz de Mar Pequeña, iniciándose la ansiada penetración pacífica en el Sahara Occidental.
Los intereses económicos de España en el intercambio se incrementaron y al poco tiempo se acogieron otras tribus aceptando las mismas formalidades, destacándose los habitantes de Ifni, los de la ciudad de Tamenarte, villa principal del reino de Bu Tata y los pueblos de Tariagarute, Sacabeiré y Egugúaz, situados a orillas del rio Tamenarte, que se incorporaron a la Corona de Castilla al ceder voluntariamente la soberanía.
“En la alcazaba de Agaos de la ciudad de Tagaos, capital del reino de Bu Tata, situada a 60 millas del mar y a 10 del río Sus, ante el escribano Gonzalo de Burgos, el 15 de febrero de 1499, Amet, capitán de la ciudad de Ufrau, por si y en nombre de su hermano Gacel el Ziz, en representación de algunos caídes y gran número de tribus, firmó y presentó juramento de fidelidad ante el Gobierno general de Gran Canaria, López Sánchez de Valenzuela, declarándose vasallos del rey de España los pobladores de 38 lugares del valle de Ufrau que constituían el territorio de Gua-Nim, situado en la orilla derecha del Dráa, abarcando la población de Ifni”. Este acta de sumisión se encuentra, en la Real Academia de la Historia. A partir de este momento España siempre consideró aquellos territorios de su soberanía.
Se construyen fortalezas en Bojador y Num con sus correspondientes guarniciones, entre otras cosas porque no todas las tribus aceptaron estas capitulaciones cosa que aprovecharon los portugueses para hostigar y lanzar estad contra las fortalezas, en especial contra la de Santa Cruz de mar Pequeña que quedaría definitivamente desmantelada. No sería hasta 1636 -1664, cuando se constituye como nación el reino de Maruecos, con la dinastía Alaui, de la mano del cherif Muley ach Cherif Ali.
Carlos III, a raíz del intento de ocupar, por parte del aventurero escoces George Glas el enclave de Santa Cruz de Mar Pequeña y que iba a llamar Port Hillsborouth, aduciendo que España lo había abandonado y que Marruecos no tenía ninguna clase de dominio sobre aquellos territorios, según le habían manifestado los saharauis de la región, ordenó el arresto inmediato del audaz aventurero.
Deseando zanjar todo mal entendido el sultán de Marruecos y el rey de España firman el 28 de mayo de 1767, el tratado de Paz, Comercio, Navegación y Pesca Hispano- Marroquí en Marraquech. En su artículo 18 se especifica: “Su Majestad Imperial (Mohamed III) se aparta de deliberar sobre el establecimiento de que su Majestad Católica (Carlos III) quiere fundar sobre el rio Nun, pues no puede hacerse responsable de los accidentes o desgracias que sucederán, a causa de no llegar allí sus dominios y por ser la gente que habita el país errante y feroz que siempre ha ofendido y aprisionado a los canarios [..] la costa de Santa Cruz Sur no siendo de mi jurisdicción, no puedo flanquearla ni ser responsable de los acosos que en ella sucediesen..”
Las aspiraciones que tenía España sobre estos territorios, aprobadas en 1767, se vuelven a plantear en el tratado de Tetuán, tras la derrota de Muley Abbas en Wad Ras en 1860. Isabel II y el sultán de Marruecos acordaron en el artículo 8º. “ Su Majestad marroquí se obliga a conceder a perpetuidad a Su Majestad Católica en la costa del Océano, junto a santa Cruz de Mar Pequeña, el territorio suficiente para la formación de un establecimiento de pesquería como el que España tuvo allí antiguamente”.
Al año siguiente se firma el Tratado de Comercio, el 20 de noviembre, donde el sultán de Marruecos hace constar que su poder es muy precario sobre los habitantes de Uad Sus y que no podía hacer nada para facilitar el establecimiento. En varias ocasiones el sultán había intentado someter al caid Beiruk (1863,1882, 1888) pero la unión de las tribus saharauis dieron al traste con las pretensiones marroquis, viéndose obligado Muley Abbad a manifestar que dicho caid era independiente y que no podía ejercer ninguna autoridad sobre ellos.
En 1836 se establecieron relaciones comerciales entre Inglaterra y el territorio de Beiruk, tres años más tarde lo haría Francia. En 1844 será el propio sultán de Marruecos quien estableciera relaciones con el territorio independiente de Beiruk. En 1850, Francia renueva las relaciones con el sucesor de Beiruk, Habib ben Beiruk, estableciendo en 1853 relaciones con Canarias.
Llegamos al año de 1870, en que con el fin de protegerse de los intentos marroquis de anexión, Beiruk exigirá a España el reconocimiento efectivo de su soberanía. A bordo de la goleta Ceres Bens Argandoña, desembarcaba el 4 de noviembre de 1884, en Dabla es saharia (Villa Cisneros) e hizo levantar una sencilla caseta de madera, izando la bandera nacional, entrando en contacto con los saharauis a los que ofreció los primeros empleos con el fin de levantar un fuerte y limpiar los antiguos pozos de agua potable. Llegó hasta la bahía de Cintra, levantado otra caseta o estación geográfica y el proximidades de Cabo Blanco otra que denominó Medina Gastell, dejando anclado un pontón. Gracias a sus conocimiento y don de gentes, lograría que los jefes de la tribus que ocupaban el desierto decidieron firmar actas de adhesión a España, firmando varios convenios por los cuales colocaban los territorios bajo el protectorado de España.
Aquí arrancan de hecho, los derechos españoles sobre el Sahara; Con la Real Orden de 26 de diciembre de 1884, se comunicaba la ocupación de aquellos enclaves a las diferentes potencias, de acuerdo con la Conferencia y Acta de Berlin, a lo que Marruecos no puso ninguna objeción. Los primeros militares llegaron al Sahara en enero de 1885, siendo nombrado Emilio Bonelli, Comisario regio que después de realizar varias expediciones la interior regresó a la península. Con su marcha se iniciaron ataques contra estas instalaciones, hubo asesinatos e incendio de pontones por parte de saharauis hostiles.
Habrá que esperar a la década de los treinta del siglo pasado para que la colonización de los territorios comience a hacerse efectiva, al extenderse a lo largo y ancho de la zona de soberanía española que hasta esos momentos había limitado su presencia colonial a escasos puntos costeros. En 1934 se ocupa Smara. Una época en que el interés de Francia pasaba por que España evitara que su territorio de soberanía sirviese como santuario a los grupos de saharauis que se oponían a su presencia colonial. La existencia de riquezas minerales motivó que España llevara a cabo diversas expediciones científicas que se iniciaron en 1941.
El proceso de descolonización del Sahara Occidental empezó en 1956 en Naciones Unidas, cuando España ingresa en la ONU, pero es a partir de noviembre de 1958, cuando el gobierno español reconoce que poseía «provincias ultramarinas» declarando el 7 de noviembre de 1960 que transmitiría a esta organización informes regulares sobre estos territorios. La Comisión recibió el primero de ellos el 18 de noviembre de 1961. España siguió transmitiendo regularmente estos informes hasta 1975, reconociendo aquel organismo internacional que el pueblo saharaui tenía el derecho a la autodeterminación y a la independencia.
Ïnterin, tras la independencia de Marruecos en 1956 y al abrigo de la idea del Gran Marruecos patrocinada por El Fassi, se produjeron los primeros enfrentamientos armados entre grupos indígenas y tropas españolas en la totalidad del Sahara Occidental. Eran bandas armadas de liberación compuestas por grupos no integrados en las FAR, unidos a saharauis con el fin de terminar con la presencia española.
Tribus de los Erguibat e izarguien logran que las unidades españolas se replegaran a lo largo de la costa. Como consecuencia de estos enfrentamientos en enero de 1958 en Edchera, a 22 km del Aaiun, murieron 42 soldados españoles y entre 1957 y 58 murieron ciento cincuenta y dos. Mas los heridos que se elevaron a mas de medio millar. Tras un periodo de indecisión, un acuerdo hispano francés hizo que la actuación militar conjunta que se denominó operación TEIDE O ECOUVILLON, lograse limpiar de fuerzas hostiles los territorios, siendo desplazados hacia Marruecos y recuperando los territorios.
Cuando se aprueba la ley de Hidrocarburos de 1959, se reinician las expediciones en busca de yacimiento pretrolíferos que llegan hasta 1964. Durante el transcurso de estas investigaciones se descubren los grandes yacimiento de fosfatos de Bucraa en 1960 constituyéndose en 1962 Fosbucraa, convirtiendo el Sahara en el cuarto productor mundial de fosfatos, tras EEUU, Marruecos y la URSS.
Ínterin tiene lugar la resolución emitida por la ONU en 1960. El primero de abril se firman los acuerdos de Angra de Cintra, entre los gobiernos de España y Marruecos, por el que se entregaba a Marruecos Cabo Juby, entre el uad Draa y el paralelo 27º 40´ excluyéndose Sidi Ifni y el resto del Sahara Español.España mantuvo la posesión de Ifni hasta 1969, como consecuencia de la resolución 2072 de la ONU (1965) instando a la descolonización de Ifni y Sahara Occidental.
El 20 de diciembre de 1966, en su resolución 2229 (XXI), la Asamblea General pide a España como potencia administradora fijar lo más pronto posible, “conforme a las aspiraciones de la población autóctona del Sahara y consultando los Gobiernos marroquí y mauritano y cualquier otra parte interesada” las modalidades de la organización de un referéndum, auspiciado de la Organización de Naciones Unidas para permitir a la población del territorio que ejerza libremente su derecho a la autodeterminación”.
En tanto la resistencia se acentúa contra el colonialismo español, naciendo en 1969 el Movimiento de Liberación saharaui (MLS), bajo el liderazgo de El Bassiri que pretendía negociar con España un Estado independiente y al mismo tiempo pedía apoyo a la ONU. La decisión del gobierno general del Sahara de convocar el 17 de junio de 1970 una reunión general en el Aaiun para proclamar la integración del Sahara en España fue utilizada por el MLS para salir de la clandestinidad y sobre todo para hacer fracasar esta tentativa, organizando una gran manifestación. Este brote nacionalista en El Aaiún es reprimido por el ejército español y El Bassiri es hecho prisionero.
Nace el Frente Polisario (acrónimo de FRENTE POpular de LIberación de Sequia el HAmra y RIo de Oro) el 10 de mayo de 1973, como relevo del MLS, y como consecuencia de la Declaración de Argel, donde se reclama el fin de la presencia colonial en el Sahara español, iniciándose las hostilidades, bajo el liderazgo de Mustafá Sayed.
En 1974 España anuncia que en el primer semestre de 1975 se celebrará el Referendo para la Autodeterminación del Sáhara Occidental. Sentencia. Tribunal Internacional de Justicia de la Haya- Dictamen el 16 de octubre de 1975
Los materiales e información presentadas al Tribunal muestran la existencia, en el momento de la colonización española, de vínculos jurídicos de vasallaje entre el Sultán de Marruecos y algunas de las tribus que viven en el territorio del Sáhara Occidental. Igualmente, muestran la existencia de derechos, incluidos derechos sobre la tierra, que constituyen vínculos jurídicos entre la entidad mauritana, tal como la entiende el Tribunal, y el territorio del Sáhara Occidental. De otro lado, la conclusión del Tribunal es que los materiales e información presentadas a él no establecen NINGÚN VÍNCULO DE SOBERANÍA TERRITORIAL ENTRE EL TERRITORIO DEL SAHARA OCCIDENTAL Y EL REINO DE MERRUECOS O LA ENTEIDAD MAURITANA. Por tanto, el TRIBUNAL CONCLUYE QUE NO HA ENCONTRADO VÍNCULOS JURÍDICOS de tal naturaleza que puedan afectar a la aplicación de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General a la descolonización del Sáhara Occidental y, EN PARTICULAR AL PRINCIPIO DE AUTODETERMINACIÓN A TRAVÉS DE LA LIBRE Y GENUINA EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD DE LOS PUEBLOS DEL TERRITORIO”. La reacción de Marruecos contra el mismo y la consecuente invasión al año siguiente aprovechando las vacilaciones españolas, y la muerte del Jefe del estado culmina con La Marcha Verde.
Se firma en Madrid (Acuerdos de Madrid) la Declaración de principios entre España, Marruecos y Mauritania sobre el Sahara Occidental, el 14 de noviembre de 1975. Es una declaración política (España transferirá la administración tripartita (pero no la soberanía) y llevaba anexa varios asuntos secretos. (La validez de este acuerdo ha sido cuestionada por Hans Corell en 22 de enero de 2002 sobre la legalidad de los acuerdos petrolíferos).
El 27 de febrero de 1976, España se retiraba del territorio, dejando un vacío jurídico e institucional, mientras el Frente Polisario proclamó el nacimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Marruecos y Mauritania entran en guerra con el Frente Polisario y muchos saharauis son obligados a huir y se refugian en Argelia, donde hoy por todos es sabidos residen en condiciones muy precarias.
En 1979 Mauritania se retira del conflicto mediante un acuerdo de paz con la RASD.
En 1991, tras 16 años de guerra, la mediación de la ONU y la OUA logró el cese el fuego, acordándose en contrapartida la celebración de un referéndum de autodeterminación, compromiso que fue aceptado por Marruecos. Pero desde esa fecha, en que España y Marruecos firmaron un Tratado de Amistad y Cooperación, se inició un giro en la posición oficial española, que se mantiene hasta hoy.
Entre 1991 y 1994 desplaza Marruecos (Hassan II) mas de 170.000. La formula del referendo auspiciado por la ONU se activa en 1992, aunque Marruecos se opone al compromiso de confeccionar el censo electoral. Beker es nombrado comisionado de la MINURSO, nombrado por Kofi Anam.
Fueron 86.394 (17 enero 2000) los seleccionados para participar en el referendo que en la actualidad se encuentra estancado a causa de los mas de 150.000 recursos presentados por Marruecos. Todos ellos destinados a poner impedimentos y a retrasar la celebración del referendo.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó, el 30 de abril de 2007, la Resolución 1754, emplazando a Marruecos y al Frente Polisario a entablar negociaciones directas para lograr una solución política definitiva a la cuestión del Sáhara Occidental. Pues bien el documento presentado, por el Frente Polisario al Secretario General, para su debate en el Consejo de Seguridad, lleva por título "Propuesta del Frente Polisario para una solución política mutuamente aceptable que asegure la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental", el título presentado por los dirigentes marroquíes: "Iniciativa de autonomía para la región del Sáhara". Juzguen Vds, el estado de la cuestión.
Hoy la RASD, reconocida por muchos estados, y es miembro de pleno derecho de la Unión Africana. Desgraciadamente las ilegalidades internacionales se repiten a lo largo de la Historia, causa de guerras y conflictos, y sobre mentiras cimentadas se han construido falsas verdades por intereses y egoísmos que se dilatan en el tiempo: diáspora de los sefarditas, ocupación de Gibraltar, ocupación del Sahara Occidental. ¿Cual será la siguiente?
La Convención de Ginebra sobre la protección de la población civil se aplica a cualquier situación de conflicto y/o de ocupación. Desde 1963, el Sáhara Occidental está registrado en las Naciones Unidas como territorio no autónomo, y hasta ahora mismo, se considera que España es de jure la potencia administradora, mientras que Marruecos es la potencia ocupante de un territorio donde en El Aaiún los saharauis representan el 30% de toda la población, en Smara, el 20%, y en Dakhla, el 10%.
Como colofón, unas palabras de Suelma Beiruk: “Los saharauis sobreviven en el desierto de Argelia con un único sueño: regresar al Sahara Occidental. Se dice que siempre tienen el equipaje preparado para volver a sus casas en cualquier momento. El deseo de retornar a su país une a todos los saharauis de una forma sorprendente para cualquier occidental. La mayoría conserva como oro en paño las escrituras de sus casas que tuvieron que abandonar en 1975, tras la fatídica Marcha Verde marroquí”. Muchas gracias.

Sunday, November 13, 2011


Llamada a los:
¡TRICANTINOS!
SALVEMOS NUESTRO PATRIMONIO


Desde que llegué al Municipio, sentí interés por recuperar del abandono diversos objetos, representativos del paso por nuestras tierras de sus antiguos labradores y ganaderos, así que en aquellos años me entrevisté con la concejala de cultura, exponiendo la necesidad de recuperar del campo cruces de piedra grabadas, todas ellas con los fechas y nombres de campesinos que murieron en sus campos, por alguna razón u otra se plantaban en el lugar como recordatorio de haber perdido la vida, aunque las causas mas naturales se producían por la caída del rayo en nuestros campos, desprovistos de vegetación.
Otros objetos: brocales de pozos, muchos de una sola pieza, labrados por los canteros colmenareños, alguno de muy buena factura, así como comederos del mismo material que usaban para dar de comer al ganado, pasado el tiempo, desaparecieron cuando muy bien podían haber pasado a buen recaudo para dar testimonio, cuando ello fuera posible, a los futuros tricantinos.
Hoy es otra mi preocupación motivada por las mismas razones, pues llevo denunciando, desde los mismos tiempos, la necesidad de recuperar parte de nuestro patrimonio histórico que por escaso, requiere que se tomen medidas urgentes y sea resguardado del afán depredador, temiendo su desaparición como desapareció en su momento aquello.
Se trata de los restos de una ANTIGUA ERMITA, la única que ha existido en nuestro municipio, levantada a finales del siglo XIX, a base de sillares perfectamente labrados por aquellos canteros. Constituían la fachada de la misma. Hoy casi todos estos sillares están derribados en el suelo y así llevan mucho tiempo.
Recuperar este material no sería costoso para las arcas del Ayuntamiento, simplemente un camión y un almacén, en espera de que el día de mañana podamos admirar el frontispicio de la ERMITA DE LA VEGA, del que podemos ver el dibujo ideal, realizada por nuestros antiguos canteros.
Conseguir tal fin es el motivo de esta llamada.



Friday, October 21, 2011


ANIVERSARIO
Melilla 27 de septiembre de 1909
                                       
Cabo Noval


Tu mérito te elevó
A la cumbre de la gloria,
Y en el libro de la Historia
Tu nombre por siempre entró

Hoy como joya surgió,
Te quiere la Infantería
Y tu fusil, arma sagrada
al Alcázar toledano volvió.



Juraste entregar la vida
Por tu Patria y su bandera
No olvidaste aquella jura
fue tu muerte en gloria convertida.

El final de los soldados
es morir con honor
pues sacrificando la vida
sus méritos serán obligados.

Hijos como Noval
dan la gloria al militar
A la Patria fortifican
siguiendo su ejemplo igual

Tu en la alambradas
dejaste la sangre entera
con el alma fuiste al cielo
entre admiradas miradas.

Hoy el infante no extraña
Te recuerdan en tu acción
Mañana cuando salga el sol
gritarán también ¡Viva España!



DEL APELLIDO DEL POETA RUBÉN DARÍO
(De mi tesis en Derecho Premial)
Uno de los abuelos de Rubén Darío, de nombre Darío y primer apellido Mayorga, vivió en la ciudad de León, a principios del siglo XIX, sin embargo sus descendientes, fueron llamados los Darío. Este nombre fue convertido en apellido, siguiendo los dictados patronímicos que "antiguamente se daba en España a los hijos, formado del nombre de sus padres", y adoptada en el Reino de Guatemala, durante la dominación española, en tiempos de la colonia y después de la independencia, en 1821.
Un un escrito anónimo que fue publicado en la revista Telégrafos y Teléfonos de Nicaragua, titulado "Por qué Rubén nació en Metapa", hoy Ciudad Darío, nos aporta muchos datos sobre el siglo XIX, relacionados con los antecedentes familiares del Rubén Darío y el ambiente de aquella sociedad. Dicho artículo comienza diciendo: "Hubo en esta ciudad, a principios del siglo XIX, un honrado señor llamado don Darío Mayorga, hombre inteligente, activo y emprendedor, quien se dedicó a trabajos agrícolas en grande escala".
Veamos lo que dice el propio Rubén Darío, al hablar de sus antepasados; él se pregunta: ¿Cómo llegó a usarse en mi familia el apellido Darío? Según lo que algunos ancianos de aquella ciudad de mi infancia me han referido, un mi tatarabuelo tenía por nombre Darío. En la pequeña población conocíale todo el mundo por don Darío; a sus hijos e hijas por los Daríos, las Daríos.
Fue así desapareciendo el primer apellido, a punto de que mi bisabuela paterna firmaba ya Rita Darío; y ello, convertido en patrimonio llegó a adquirir valor legal, pues mi padre, que era comerciante, realizó todos sus negocios ya con el nombre de Manuel Darío; y en la catedral a que me he referido, en los cuadros donados por mi tía Rita Darío de Alvarado, se ve escrito su nombre de tal manera."
Al respecto, dice don Edelberto Torres Espinoza: "Una aureola patronímica envuelve a los parientes inmediatos y colaterales de don Darío, como don suyo. Sus hermanos y sobrinos, y los hijos de éstos, todos son llamados apelativamente Darío, lo mismo que sus propios hijos. Y si por un enlace matrimonial aparece un nuevo apellido en la familia, éste se extingue, borrado por la costumbre que incorpora sus individuos a la denominación general Darío".
Este mismo concepto desarrolla el historiador Francisco Mena Guerrero, de San Salvador: "En el siglo XVIII - en la segunda mitad - en la aldea de Chocoyos, provincia de la Nueva Segovia, perteneciente a la capitanía general de Guatemala, vivía un honrado y laborioso terrateniente llamado don Darío Mayorga, hombre superior en su ambiente, y que era admirado y respetado por todos los ciudadanos de esa región.
Fue tal su influencia, que los hijos de su primer matrimonio con Catarina Rivas, así como los de segundas nupcias con Dorotea Garmendia, como los de su hermana Ventura Mayorga, en vez de apellidarse los Mayorga, los nominaron los Daríos, haciéndose el apellido patronímico.
Los padres de Rubén fueron Manuel García y Rosa Sarmiento, pues bien "en Chocoyos se casan Daríos con Sarmientos - 2 de junio de 1815 - (Aquí se refiere don Francisco Mena Guerrero, al matrimonio entre la señora Ventura Mayorga con don Casimiro Sarmiento) y la poderosa autoridad del viejo Darío Mayorga, hace que a los descendentes de Sarmiento se les llame también Darío". 
FIN

Monday, October 10, 2011


DESDE EL SENTIMIENTO
Las campanas del carillón de la fachada del palacio Real de Madrid que daba frente al frontispicio de la catedral de la Almudena, daban las seis de la tarde en un día soleado de octubre. Las gradas laterales situadas en el interior del patio de armas del palacio, se hallaban repletas de un público expectante que había acudido al lugar, atraídos por la exhibición que se anunciaba en los medios de comunicación, como preludio al día de las Fuerzas Armadas y que iban a llevar a efecto las diferentes bandas y músicas militares de las Unidades del Ejército Español. Se trataba de la edición número tres del festival de Música Militar.
No trato de hacer difusión del cartel anunciador de los actos, sino de expresar mis sensaciones personales, viendo desarrollarse los actos y oyendo las notas que salían de los instrumentos.
La salida de banda de trompetas y tambores de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, produjo en mi una gran emoción, se agolparon en seguida los recuerdos de mi participación en unos desfiles que en guerrilleros viví intensamente.
Los aplausos de los asistentes al acto eran constantes, muchos no pudieron entrar en el patio por falta de aforo y se agolpaban en la verja que lo separa de la explanada frontal de la catedral.
Era un marco aquel sin igual. Se sucedían los ¡bravos! al paso elegante de los soldados, los ¡muy bien! al buen hacer de la escuadra de gastadores de la legión, o ¡olés! cundo las bailarinas volaban sus mantones y movían los abanicos con los colores de la bandera, mientras sonaban en el recinto las notas a los aires de España.
Fueron casi dos horas de emoción intensa, muchos fueron los aplausos cuando uno de los componentes de la Unidad de Música de la Marina en Madrid, interpretó una bonita canción que hablaba de todos los españoles, del sol y del ser español.
Como broche de oro fue primero, un recordatorio a todos aquellos que se quedaron en el camino, lanzando al aire las notas los cornetines, desde las galerías superiores del palacio; yo mirando a la bandera ondear en lo alto del recinto rela, recordaba a mis añorados compañeros que a buen seguro, Dios los tendrá en su seno, y por último se interpretó el himno nacional.
Yo pensé en gritar con emoción: ¡Viva España! pero alguien se me adelantó.
l

Wednesday, October 05, 2011


CONFERENCIA COMPLETA DE LA SÍNTESIS IMPARTIDA EN LA BASE DE EL GOLOSO EL 9 de septiembre de 2010

Mi general.
Buenos días.
Antes de iniciar esta conferencia quiero expresarte mi agradecimiento por haberme animado a exponerla. Hace algo mas de dos año me presenté a ti cuando estabas al mando del Regimiento de Infantería Príncipe Nº. 3, como Coronel Jefe del mismo y cuya Bandera ostenta tres laureadas de San Fernando, para ofrecerte el trabajo que había realizado sobre la biografía de uno de los héroes, con motivo de cumplirse el Centenario de su muerte; fruto de aquello fue su publicación a primeros de este año, por el Ministerio de Defensa, bajo el titulo: “El Cabo Noval. En el Centenario de la Campaña de 1909”.
Como historiador he recogido con rigor las crónicas de aquellos años, relativas a la hazaña protagonizada por tan insigne soldado y con el mismo rigor la sintetizo en este discurso. Con ello no hago más que enaltecer a los héroes, pues pocas cosas se han de presentar en que, con más justicia, se ensalce los nombres de los que ofrecieron en holocausto, su vida por la Patria.
El hecho de estar aquí, entre mis antiguos compañeros de Armas, me llena de orgullo y siento una emoción especial tan solo el pisar, de nuevo, el suelo de esta Base, donde dejé buena parte de mi vida y me llena de recuerdos inolvidables.
Los actos heroicos: El cabo Noval.
Héroes y heroínas.
Al pronunciar estos vocablos, inmediatamente nos lleva a hacer una reflexión interior de su significado, y también a nuestra mente acude la idealización del hombre o mujer que ha protagonizado una acción, fuera de las comunes y ordinarias, en el devenir diario de nuestra existencia. Los individuos de una colectividad, impresionados por este hecho elevan al hacedor de estas singulares acciones, a una categoría que, en apariencia, solamente esta al alcance de unos pocos.
Podemos encontrar distintas acepciones definitorias, aunque todas ellas son consecuencia de un pensamiento común entre los individuos de una misma sociedad. Veamos unos ejemplos que nos muestra la Real Academia Española de la Lengua:
- Es la persona admirada por sus hazañas y virtudes. Por lo general es el héroe de la juventud.
- El personaje principal de un texto literario o una trama cinematográfica; de gran impacto emotivo.
- El hijo de un dios y de un ser humano, v.g. Hércules.
- Por último son las personas que llevan a cabo una acción heroica. Los soldados son héroes cotidianos.
Podemos preguntarnos por cada una de ellas y comprender porqué los intelectuales llegaron a estas conclusiones o, al menos tratar socavar en sus pensamientos.
En la mente de todos esta fijada la hazaña protagonizada por nuestros veinte y tres compatriotas de la Selección Española de Fútbol. Ellos, al proclamarse campeones del Mundo, a lo largo y ancho de nuestra Patria, emulando los mejores tiempos de los vencedores griegos olímpicos a los que consideraron como héroes del Olimpo, fueron protagonistas admirados, al señorear la Bandera de España, a donde llegaron las imágenes de su victoria que todos hicimos nuestra.
A nadie escapa la admiración que sentimos por todo aquel que sobresale de un grupo determinado. ¿Quien no visto u oído hablar de las personas que salvan de su caída a un niño que accidentalmente cae de una ventana o balcón y le ha salvado la vida con peligro de la suya? ¿Quién no ha visto u oído de quien salva de perecer ahogado a otra persona? Son numerosos las acciones que conocemos a lo largo de nuestra existencia. Los conocemos generalmente a través de los medios de comunicación y generalmente son premiadas estas acciones, quedando constancia de ellas para las generaciones venideras.
Y...., atravesando la Historia de España. ¿Quien no ha oído hablar de Rodrigo Díaz de Vivar? El Cid, cuyas hazañas trascienden allende nuestras fronteras.
En las sociedades, existen instituciones que por su especial preparación y riesgo en el que hacer diario, asumen mayores peligros en situaciones adversas como es el caso de las Fuerzas Armadas, principalmente por las misiones que se les asigna, en teatros de operaciones hostiles.
Y es, entre los componentes de ellas, donde se da el mayor número de acciones heroicas por las circunstancias especiales e irregulares, en que muchas veces se ven comprometidos. Son acciones heroicas cotidianas la protección mutua de las acciones enemigos sobre nuestros propios compañeros, a los que no abandonamos nunca. Esta protección, asumida con la garantía de la nobleza de espíritu, sin pedir nada a cambio, llega a veces a circunstancias extremas, a veces hasta más allá del cumplimiento del deber y es entonces cuando el hecho trasciende y nace el héroe de leyenda. Por lo general son en los actos bélicos donde alcanzan su máxima expresión.
Pero no debemos confundirnos, no son solamente héroes o heroínas los individuos que reciben condecoraciones y reconocimientos por parte de las autoridades, es decir aquellas acciones que trascienden. Tenemos que tener muy en cuenta que las acciones heroicas están dentro del espíritu del individuo y generalmente muchas de ellas pasan desapercibidas para la comunidad y no van más allá del conocimiento de su propia persona; provienen del alma y por lo tanto son las que proporcionan mayor estímulo al propio individuo. Son aquellas acciones nobles que los hombres y mujeres se imponen así mismo, incluso a riesgo que no se puedan comprender sus actuaciones, con las consecuencias adversas que con sus interpretaciones puedan derivarse. Este riesgo consciente es precisamente el que da lugar al hecho extraordinario que solamente conoce el propio individuo y precisamente el que le ofrece su mayor autoestima.
Es la pre disposición al heroísmo, reflejo de los pensamientos nobles que guarda celosamente el individuo y que le estimula constantemente a hacer el bien, sin esperar nada a cambio. Intrínsecamente unidos a él estos subconscientes y nobles pensamientos, surgen espontáneamente como un volcán cuando pone a disposición de los demás su mas preciado tesoro: su propia vida que desprecia, a sabiendas que las de sus semejantes están en peligro.
Pues bien dicho esto, cuando surge una persona en una comunidad con estos parámetros del alma y es conocida su actuación, de tal forma que su actuación corre, como reguero de pólvora, entre el conjunto estimulando a su emulación, y la sociedad considera justa la recompensa a tales actos, queda impresa de manera eterna su impronta. Y esta sublime forma de comportamiento dada de manera explícita por la autoridad correspondiente en forma de recompensa, sella su actuación con el fin de que trascienda a las futuras generaciones
Cuando su acción ha llegado al paroxismo surge definitivamente el héroe nacional. Sería prolijo enumerar los héroes nacionales, las actuaciones de ellos se produjeron de muy distintas maneras. En nuestra mente está una heroína: Agustina de Aragón y un héroe: Cascorro, por nombrar dos de los de mayor relevancia.
El 2 de julio de 1809, la defensa del acceso a la ciudad conocida como del Portillo de Zaragoza, estaba siendo rebasada por momentos por los franceses que asediaban la Plaza, penetraban por la brecha que habían logrado abrir, después de que los servidores de una de las piezas de artillería allí apostada, habían caído bajo el fuego enemigo. De pronto, una de las mujeres que ayudaban a los que cubrían las improvisadas defensas, llevando municiones, tacos, agua y alimentos a pie de ellas, exclamaba: ¡Animo Artilleros, que aquí hay mujeres cuando no podáis más!. Al poco caía de un balazo en el pecho el Cabo que mandaba la posición y cuando una granada, voló a muchos otros Artilleros, quedando inutilizada la batería y expuesta a ser asaltada por los franceses que se acercaban en aquellos momentos, Agustina, viendo la situación tan adversa, tomó un botafuego y pasando por entre muertos y heridos, dio fuego a un cañón que se hallaba cargado.
Instantáneamente se levantaran los pocos Artilleros sorprendidos de aquel valor tan sublime, sosteniendo con ellos el fuego, hasta la llegada del refuerzo de otra batería y obligando al enemigo a retirarse precipitadamente. Palafox la condecoró con el título de Artillera con grado de subteniente y el uso de dos escudos de distinción con el lema, uno de ellos: "DEFENSORA DE ZARAGOZA" y el otro "RECOMPENSA DEL VALOR Y PATRIOTISMO". Con su hazaña se pudo contener el avance.
Con ocasión que su unidad estaba al frente del enemigo, Eloy Gonzalo se presentó voluntario, para prender fuego a la posición donde se encontraba. Pensó que su actuación le acarrearía la muerte, por ello solicitó a su jefe que le ataran una cuerda a la cintura, con la finalidad que rescataran su cuerpo exánime, una vez cumplida su misión. Así, armado con su fusil y con una lata de petróleo, reptando llegó a las posiciones, prendiéndoles fuego, regresando indemne. Fue condecorado con la Cruz de Plata. A pesar de que aquella actuación no salió apenas del círculo de la Institución militar, su hazaña se hizo muy popular en Madrid.
A principios del Siglo XX, los acontecimientos que estaban sucediendo en el Norte de África no auguraban buenos presagios a nivel internacional. Nuestras plazas de Ceuta y Melilla veían como la situación, mas allá de sus fronteras, podían tener consecuencias graves para su estabilidad y por ende, para sus habitantes. La kábilas del Rif no encontraban la autoridad que imprimiese orden y cohesión, y no reconocían la autoridad del monarca marroquí. Sobre los españoles se dejaba sentir cierto aire de pesimismo, después de haber perdido nuestro poder colonial en Cuba, Filipinas e isla de Guam. España necesitaba impregnarse, de nuevo, de amor patrio. Cuando en 1909 estalló el conflicto de Melilla, estaba aquello demasiado reciente y España entera temió que se volvieran a repetir las consecuencias, esta vez en nuestras propias carnes.
Aquella Campaña fue dura, murieron muchos hombres de uno y otro bando, los musulmanes lucharon contra nuestros soldados, valiéndose de cuantas ventajas tenían, conocían el terreno, se parapetaban tras sus piedras, como los nuestros se parapetaban tras de los blokaos; si ellos tiroteaban nuestros convoyes, nosotros lo hacíamos sobre sus zocos.
Los hechos de armas que tuvieron lugar en el Rif a cargo de nuestros soldados, fueron numerosos; con sus hazañas y heroísmos lograron que hasta las personas de mas duro corazón se conmovieran. Fue un año de laureados y del Regimiento del Príncipe Nº. 3, dieron su vida por la Patria: El Comandante González, el Sargento Villa, el Cabo Noval, el Tambor Ríos y los Soldados Fidalgo, Castro, Parga, Díaz, García y Fernández.
Hoy recordaremos a uno de estos héroes: El Cabo de Infantería Luis Noval Ferrao.
Luis Noval nació en el seno de una humilde familia asturiana, procedente sus padres de los montes aledaños a la capital del Principado de Asturias, de la zona de Siero de donde eran todos sus ascendientes. Marchó el matrimonio a Oviedo para trabajar él padre, Ramón, como carretero al servicio del Ayuntamiento, Perfecta como ama de casa, donde tuvieron tres hijos Olvido, Luis y Julio. La infancia y juventud la pasó Luis inmerso en los avatares propios de sus convecinos de generación, y al tiempo que estudiaba en la Escuela de Artes y Oficios de la que salió con el oficio de ebanista, iba de romerías de aldeas muy celebradas en sus prados. Aquel año de 1909, esperaban con ansiedad la llegada de las fiestas de San Mateo.
A finales del Siglo XIX, en Melilla nuestros soldados levantaban el fuerte de la Purísima Concepción en tierras melillenses, cuando fueron sorprendidos por un grupo de rifeños que causaron dos muertos y varios heridos. Fue el origen de una campaña que nos había de costar muchas bajas y a cuyo término se firmaría el tratado de Marrakech. En él se establecía una zona neutral garantizada por el sultán. Sin embargo no fue así.
En 1906 se firmaba el tratado de Algeciras, por él que, se reconocía por la comunidad internacional a Francia y a España como tutores preferentes y garantes de la paz en el Norte de África. Supuso el reconocimiento nominal de la independencia del sultán y de Marruecos, reconociendo éste a su vez la presencia en su territorio de ambos países que le habían de tutelar. Sin embargo, la penetración pacífica y el respecto a la soberanía del país vecino iban a ser difíciles, pues, si bien Europa reconocía la soberanía del sultán iba a ser negada sistemáticamente por su pueblo.
Consecuentemente, aprovechando este vacío de poder imperial, las sucesivas mehalas enviadas por el sultán eran derrotadas en el Rif por los partidarios de El Roghy, sucediéndose continuos altercados en el campo exterior de Melilla e incluso se adentraban en el campo neutral. Era quien mantenía la cohesión en muchas de las kábilas contra el Sultán y contra otro de los lideres El Chaldy. No es tema de esta conferencia el estudio pormenorizado sobre los acontecimientos bélicos y políticos de aquellos años, sino el conocimiento del hecho histórico y así continuaremos la dinámica narrativa.
Era tal el estado de la cuestión a finales de 1908 que el general Marina, a la sazón Gobernador de la Plaza, solicitó el envío de tropas desde la Península. Fruto de aquella petición, el gobierno de España decidió poner fin a aquella situación de zozobra y aislamiento en que se encontraba Melilla.
En Oviedo ya se habían sorteado los quintos y después de incorporarse a sus respectivos destinos, en el Acuartelamiento de Pelayo, el día 11 de Abril tuvo lugar el acto de juramento a la Bandera, de los que se habían incorporado al Regimiento de Infantería Príncipe Nº. 3 y entre ellos Luis Noval Ferrao.
Para aquellos musulmanes del Rif, no era comprensible la presencia de soldados europeos en sus territorios, tanto franceses como españoles. El hecho de verlos atravesar sus tierras y no estar al tanto del tratado hispano-marroquí, ni conocer las clausulas del Acta de Algeciras, los llevaba a estar en un continuo estado de agitación. La situación en las proximidades de Melilla era poco halagüeña. Los informes que se recibían en el Gobierno de Madrid señalaban un recrudecimiento de la situación que se estaba haciendo insostenible y venía a demostrar la conveniencia de los preparativos como medida de previsión.
Hubo diversos ataques contra los que estaban trabajando en el trazado de las vías de las minas, llegando a matar a varios españoles, otros se salvaron al escapar en una locomotora hacia Melilla obligando a las tropas, al mando del general Marina, a salir de la Plaza dando origen definitivamente a la guerra. Se ponía fin al cerco de Melilla y se fijaron posiciones. La Unidades militares siguieron avanzando en el campo exterior, al sur de Nador.
Los rifeños reunieron la harka y en el Gurugú comenzaron a divisarse numerosas hogueras llamando a la reunión de las kábilas, con el fin de hacer frente a las fuerzas españolas. Así lo hicieron atacando las posiciones conquistadas, y hostilizando a los convoyes, cuando la harka había alcanzado los 7000 hombres. Las unidades de refuerzo seguían llegando al puerto de Melilla.
La gravedad de aquellos enfrentamientos llegó a la máxima expresión, cuando en el Barranco del Lobo murieron 250 soldados y fueron heridos 450. Era el 27 de Julio de 1909. No había mas remedio que controlar al enemigo y en los planes del Gobierno para acabar con aquella situación necesariamente pasaba por el control del Gurugú, la magnífica atalaya natural que dominaba todo el teatro de operaciones. Era necesario iniciar el despliegue definitivo, el Gran Avance, de cuyos preparativos era constantemente informado S. M el rey Alfonso XIII.
Se ultimaba la formación de una nueva División, compuesta de dos Brigadas, una la integrada por los regimientos “Cuenca y “Guipuzcoa” con base en Vitoria y otra constituida por los regimientos “Príncipe Nº. 3” con base en Oviedo y el regimiento “Burgos” con base en León, cuando la harka ya había alcanzado los 30.000 hombres. Legamos al mes de septiembre y los rifeños seguían atacando, disparando a distancia e intentando esporádicos asaltos nocturnos recurriendo a la astucia para engañar a las tropas que ocupaban los puestos avanzados. Por ello el general Marina solicitó del Gobierno, de forma urgente, la incorporación de la División Sotomayor.
En Oviedo, en el acuartelamiento de Pelayo, el soldado Luis Noval era ascendido a cabo por elección, pasando destinado a la cuarta compañía del primer batallón del Regimiento del Príncipe Nº. 3 y su Jefe el Coronel Moló daba las ordenes de partida de su Unidad. El lugar elegido como base de concentración y partida fue la antigua fábrica de Mauri, convirtiéndose en lugar de encuentro con los familiares de los soldados que habían de marchar a pie, hasta la estación de ferrocarril.
No podía embarcar todo el Regimiento en un solo convoy, por ello se organizaron tres trenes cortos, así lo exigía en aquellos tiempos la subida del puerto de Pajares. Noval marcharía en el último tren. La despedida en la estación fue muy emotiva, como podéis imaginar orgullosos de ir a cumplir la misión asignada. Iniciaban el camino de los héroes, mientras la banda del regimiento entonaba la notas marciales. Allí estaba entusiasmada gritando: ¡Viva España! La cantinera del Regimiento, una mujer llena de ánimo y valor, Emilia Pérez que con guerrera de rayadillo y en el moño ondeando las cintas con los colores de la Bandera, daba más emoción al momento. Desde las ventanillas, las miradas de los soldados alegres y joviales se cruzan con los humedecidos y orgullosos de los que se quedan; Asturias se iba alejando.
El tren de Noval llegaba a Madrid a las siete menos cinco de la tarde, del día 11 de septiembre y a las cuatro cuarenta y cinco de la madrugada del 12 salía para Málaga, donde esperaban los navíos donde habían de embarcar. Su expedición lo hizo en el Ciudad de Cádiz.
El mar era una balsa que brindaba a los soldados seguir adelante, más allá, mientras entonaban canciones asturianas acompañados incesantemente por la gaita que dominaba de manera magistral, el cabo Iglesias,un gaitero de Avilés.
Amanece y aparece la silueta del Gurugú. Se corre la voz. Ya no se oye otra cosa que el deseo de tomar aquella atalaya. El desembarco, por medio de lanchones, del día 15 de madrugada se efectuó sin novedad para marchar, acto seguido, al campamento de Rostrogordo quedando reunido de nuevo el Príncipe Nº. 3. Ese mismo día el cabo Noval escribía a su hermana, Olvido, a la que manifestaba haber hecho un viaje feliz y muy divertido. Desde el campamento pudieron divisar por primera vez las hogueras que los harkeños encendían en el Gurugú.
Por fin llegaron las operaciones iniciales al Gran Avance; el día 20 salía de sus campamentos la División Tovar, reforzada por la Brigada Ayala de la División Sotomayor, para dirigirse al cabo de Tres Forcas y flaquear el Gurugú. En definitiva los puntos ocupados por nuestras tropas fueron, durante esta jornada, Taxdirt, después de un duro combate en el que estuvo presente el Cabo Noval y durante la cual el enemigo produjo entre nuestras tropas casi 200 heridos, Jatel, Taurit, Lejade. El general Marina pernoctó aquella noche cerca de Ed- Dar. Se tenía noticia que la harka la mandaba Abd El Kader, Caid de Benisicar.
El día 22 de nuevo escribía Noval desde Rostrogordo a su hermana: “He recibido tu carta en el momento de salir del combate que tuvimos el día de San Mateo del cual salí sin novedad”.
La posición del zoco el Had en el valle de Benisicar era de gran valor táctico por lo que penetra en el territorio, así que cuando el batallón del Príncipe Nº. 3 entró victorioso a las seis de la tarde, aparte de significar la separación de las fracciones importantes de la kábila, supuso una desmoralización para sus integrantes. El Had era un punto importante de paso hacia el Gurugú y reunía excelentes condiciones de defensa. Inmediatamente se procedió a su fortificación.
El día 27 de septiembre, después de los últimos despliegues y de reducir los últimos reductos enemigos, sometiendo las kábilas, e izado la Bandera de España en la alcazaba de Zeluán, se pensó que se había dado fin a la guerra y en los campamentos todo eran felicitaciones y pronto se regresaría a casa. Los rifeños habían encajado mal la toma de la alcazaba y El Mizzian decidió atacar el flanco mas vulnerable del teatro de operaciones y más desprotegido, la meseta de Beni Sicar. La posición elegida para el ataque fue la de Benalter que estaba guarnecida por unidades del
Regimiento del Príncipe Nº. 3 y el primer batallón del “·Burgos”.
Mientras la mayoría de los soldados trataban de conciliar el sueño, otros los de servicio: centinelas, escuchas y vigilancia permanecían alerta.
A las diez de la noche, el capitán ayudante del Coronel, había hecho la ronda reglamentaria; aparentemente todo estaba en calma, nadie se esperaba un ataque salvaje y los soldados tenían orden de hacer fuego sobre los musulmanes de los aduares próximos, puesto que se habían sometido al general Marina y se les había concedido autorización para pasar la noche, sin embargo había algo especial, los perros ladraban más de lo normal.....
Desaparecían las estrellas del cielo y la luna se ocultaba mientras amenazaban densos nubarrones; una neblina espesa, húmeda y fría, se extendía por el zoco y calaba los huesos; los soldados se cubrían con mantas y llegó a ser tal la cerrazón que no se veía a más de veinticinco metros. Después de las dos de la madrugada, quedó el campamento inmerso en una gran oscuridad.
Aprovechando aquella negrura, desde el fondo del barranco, una gran partida de rifeños que se había escondido en los aduares, tras las casas, lomas y chumberas, se acercaban desde sus escondrijos llegando a cercar el campamento, reptando sigilosamente cubiertos con sus chilabas pardas hasta ocupar posiciones muy próximas a las alambradas de la posición.
En ella, aún no había concluido la instalación completa de las defensas de los atrincheramientos y reductos y tan solo, en algunos tramos se habían extendido las alambradas. Por ello, para cubrir estos espacios y evitar que se infiltrara por ellos el enemigo, se montan una serie de patrullas fijas.
El teniente Castillo con efectivos de su Sección, estableció el servicio de seguridad en uno de aquellos espacios, colocando en pozos de tirador improvisados seis puestos dobles separados 25 metros aproximadamente, y designando una patrulla con la misión de recorrer dichos puestos; el resto de la sección permanecía de retén. Estas patrulla se alternaban en su recorrido el cabo Noval y el soldados de primera José Gómez.
Había llegado Luis Noval al último puesto de escuchas, eran las dos y media de la madrugada. Lo defendían los soldados Patiño y Fandiño. En ese preciso instante a su frente apareció un grupo de musulmanes que subían por el barranco, límite de la posición, haciendo desde el borde una descarga de fusilería contra el reducto colateral, respondiendo desde la posición al fuego del enemigo.
Dijo Patiño: Nos vamos de aquí, Noval, que nos fríen los fuegos cruzados.
Nada de eso dijo, Noval, no hay por qué preocuparse.
Acto seguido, viendo el cariz que estaba tomando la refriega les dijo: ¡Seguidme!
Fandiño hizo caso omiso de aquella orden y abandonando a su cabo se refugió en una pequeña trinchera que se encontraba a escasos metros a retaguardia, siguiendo únicamente a Noval el soldado Patiño. Ambos se dirigieron a la puerta de las alambradas del reducto en donde el Cabo creía que se encontraba la entrada, que había observado aquella misma tarde. Estuvieron a punto de ser acribillados por sus propios compañeros del reducto, por lo que tuvo que darse a conocer dando gritos, refiriéndose a él y a los dos del puesto que aún suponía le seguían. ¡Viva España! ¡Alto el fuego! ¡No tiréis que somos españoles!
Detrás de ellos avanzaba un grupo de rifeños. Al darse cuenta de ello el soldado Patiño, se arrojó al suelo metiéndose entre las alambradas, al mismo tiempo que gritaba: ¡No tiréis, soy de la cuarta del primero! Logrando salvar su vida. Luis quedaba solo recorriendo la alambrada seguido de cerca por aquellos. La fatalidad hizo que apareciese otro grupo de ellos a su frente, recorriendo la alambrada en sentido contrario, al tiempo que gritaban: ¡No tiréis que somos españoles! Estos mismos gritos eran repetidos por los que le seguían, sembrando el desconcierto entre los que defendían las nuestras trincheras.
Momentáneamente le estaba dando resultado puesto que el teniente Armendáriz, al ver el uniforme de Noval e inmediatamente, difuso por la oscuridad reinante, al grupo que asomaba detrás de él, le hizo pensar por un instante que se trataba de alguna patrulla de reconocimiento. Gritó instintivamente: ¡Alto el fuego!
Luis Noval dándose cuenta de la añagaza, aprovechando aquel momento de silencio gritó con rabia, dirigiéndose a sus compañeros de trinchera:
¡Tirad que son los moros! ¡Fuego aquí que son ellos! ¡Fuego contra ellos que son los moros!¡Viva España!
Simultáneamente apuntando su fusil hacia el enemigo que le venia de frente, hizo fuego y le vieron caer instantes después, herido de muerte al tiempo que se le oía: ¡Ay mi madre! Y gritar varias veces ¡Viva España!
El fuego siguió arreciando con ferocidad por espacio de media hora, fue un intercambio de disparos sin apuntar y sin saber exactamente de donde partían los proyectiles. La noche se volvió infernal hasta que se consiguió dominar la situación y rechazar al enemigo. El teniente Castillo se retiró hacia su reducto para llevar desde él una mejor defensa y enseguida echó de menos la presencia del cabo Noval. La misma noche había quedado fuera del reducto una patrulla al mando del sargento Viosca, cuatro habían logrado llegar al campamento el resto había muerto acribillado.
A las cinco de la mañana, la artillería comenzó a derribar con sus certeros disparos todos los aduares próximos, guarida de enemigos que huyeron despavoridos a las lomas, desde donde siguieron haciendo fuego.
Acto seguido se ordenaba una descubierta y una sección al mando del teniente Prendes, al que acompaña el capitán Fariñas y el comandante González. Una descarga cerrada segó la vida de éste, no sin antes gritar a los soldados que iban a socorrerle: ¡No importa, seguid adelante y matar a esos granujas! ¡Viva España! ¡Viva el Rey!
Una segunda descubierta lograba recoger los cuerpos del sargento Viosca y los cuatro soldados de su patrulla.
El sargento Álvarez salió en descubierta con ocho soldados, para recoger el cuerpo del Cabo Noval que estaba cabeza abajo hacia el barranco, inclinada en dirección a Melilla y abrazando tan fuerte el fusil que fue difícil desprender de su manos:el arma aún contenía tres cartuchos. A escasos metros se encontraba el cadáver de uno de sus enemigos con un machetazo en el pecho, dado con la bayoneta calada del Cabo español.
Los camilleros Ortíz y Rico trasladaron su cuerpo, observando las tres heridas que le habían causado disparos de fusil.
Todos en el campamento observaron en silencio y respeto su traslado al botiquín, habían conocido de inmediato las circunstancias de su muerte y aún resonaban en sus oídos sus gritos desesperados. Ocurrió tan deprisa...concluía aquella jornada del 28 de septiembre de 1909. Al día siguiente era ocupado el Gurugú y se izaba en su cima la Bandera de España.
España entera se sentía orgullosa de sus hijos. La bandera en el Gurugú era el postrer homenaje, a aquellos héroes que la defendieron y que aquella misma mañana recibían cristiana sepultura en el cementerio de la Purísima Concepción de Melilla. Era los héroes del zoco EL Had de Beni Sicar.
Sobre su tumba fue colocada una lápida que rezaba:” Diste tu vida por la Patria, escribiendo hermosa página en la Historia del invicto Ejército Español, como buen hijo y mejor patricio. Cabo Noval, en África.”
Por último, sabed que cual centinela impertérrito, esculpido en bronce y arropado por la bandera de España, se erige la figura del Cabo Noval en los jardines de su nombre, en la Plaza de Oriente de Madrid, frente al Palacio Real,
Os deseo mucha suerte a todos.
Muchas gracias.
Nada más mi General. A tus órdenes.
FIN

Monday, October 03, 2011


UN EVENTO IRRACIONAL

Se que lo que ahora expongo me ha sucedido y lo cuento, sin lograr que nadie acierte a encontrar una razonada solución que despeje tal evento.
Más aún, cunado yo en su tiempo lo explicba, me saltaban con que era alguna broma que alguien me quiso gastar, otras con justificar el suceso con la interpretación de una máquina, otras con mi equivocación ó con algo que de mi chistera sacaba e incluso que alucinaba, todas ellas para estar en desacuerdo con lo que les estaba contando, tratando de desmontar mi verdadera experiencia.
Pero antes de entrar en el objeto principal del evento, considero que ciertos antecedentes deben ser conocidos, por si pudieran aportar algúna luz a las incógnitas sobre el asunto que me invade.
Entre la sierra de Ávila, al Norte y las parameras del mismo nombre, al Sur, de Oeste a Este se extiende el fertil valle de Amblés, donde vivieron mis antepasados bajo la protección de su Patrona la Virgen de Sonsoles, un valle cerelista por antonomasia.
Tierra de trigo, avena y centeno, de austeras y petreas viviendas de gentes laboriosas, aferradas a su forma de vida, esperando la llegada del estio para extender las parvas, aventar el grano y recoger las sosechas en los sobrados.
Mis antepasados, todos ellos labradores del valle, habían llegado a las tierras de Ávila, en los tiempos de la Reconquista, de la mano de Raimundo de Borgoña en su labor repobladora, asentándose en él surgiendo nuevos poblados en aquellas tierras pertenecían al Rey.
En el año 1083 el condado de Ribagorza se separa de Navarra, para unirse al reino de Aragón y estaban allí ya los de mi apellido, concretamente se sabe de los que vivieron en Benabarre, la capital del condado.
Por lo tanto es de suponer que los primeros que llegaron vivieran en el núcleo de la capital, e inmediatamente su descendencia se distribuyera a lo largo y ancho del valle, procedíeran del Norte, posiblemente de la regiones de Lara, Covaleda ó de las Cinco Villas.
Hubo unos años, en los que andaba recorriendo el valle de Amblés, en busca de documentos que me informaran de los avateres de mis ancestros, entre archivos y hollando algunos pueblos realcionados con mi apellido y tuve la ocasión de encontrarme con familiares mas o menos lejanos de Padiernos, Muñopepe, El Salobral o Villatoro entre otros, a los que pude identificar además de de por el apellido por los rasgos físonómicos.
Y por supuesto no dejaba de visitar la Ermita de la Virgen de Sonsoles, Patrona del valle que su manto fue llevado para cubrir el cuerpo de mi abuela, al momento de su muerte, según tengo oido a mis progenotores.
Todo empezó cuando un día repetía la acción, repitiendo la misma secuencia y por más que intentaba sacar la página de un libro, se fotocopiaba otra distinta, la que misteriosamente él presentaba y no yo.
¿Que circunstancia era la que hacía que se cambiara la página? He aqui la cuestión en disputa que no la mía.
Leamos pues el relato.
En el Cuartel General del Ejército aquella mañana del 24 de febrero de 1997, lucía un sol espléndido, el personal en sus despachos y dependencias se afanaba por diligenciar sus obligaciones.
Como cada cual, hacia yo lo mismo en el despacho de recursos humanos, cosa que terminé a media mañana, pues el volumen de papeleo había sido escaso.
Entonces decidí aprovechar el tiempo y pensando en mis temas, me dirigí al filo del mediodía, hasta la biblioteca que estaba en el tercer piso de un edificio, cercano al palacio de Buenavista.
Después de saludar a las bibliotecarias, de las estanterías donde se encontraban los libros que trataban de las peculiaridades de las distintas regiones de España, extraje el titulado: ”Castilla la Vieja II”, que ya conocía, pues había tomado de él ciertas anotaciones en ocasiones anteriores.
Con él en la mano, volví a la mesa de mi despacho, hojeándolo con la intención de buscar alguna fotografía que me sirviese para ilustrar los escritos sobre la genealogía de mi apellido, en que me hallaba inmerso.
Algunas de ellas me interesaban particularmente, por estar relacionadas con los pueblos donde habían vivido mis antepasados en épocas pasadas, los del valle de Amblés.
Decidido a hacer fotocopias de las mismas, me levanté de la silla y con el libro, me dirigí hacia donde se encontraba la fotocopiadora, al otro lado del pasillo, dependencia de un compañero.
Una vez le hube saludado, sin más, levanté la tapa de la fotocopiadora.
Después de introducir los datos de impresión en el modo intermedio y el número de fotocopias, pulsando los botones correspondientes, abrí el libro por las dos páginas que me interesaban, depositándolo sobre el cristal, abatí la tapa hasta donde me permitía el volumen del tomo, y pulsé sobre el botón de inicio.
Estaban en aquella cámara Alhama y Lázaro, compañeros y amigos. El segundo solía ir a visitar a su amigo con frecuencia, casi todas las mañanas.
Las fotocopias fueron apareciendo con toda normalidad, a medida que yo las presentaba las imágenes que me interesaba.
La página 511, presentaba una fotografía del Pórtico del convento de Santa Teresa, tras una puerta de la muralla de Ávila, a la que hice la fotocopia y como había sucedido hasta ese momento, obtuve la copia con toda nitidez.
En ese momento salíó de la oficina Alhama, quedándose sentado a mis espaldas Lázaro.
Unas cuantas páginas, más adelante, se encontraba otra fotografía: la 513, subtitulada: "Ermita de la Patrona del valle de Amblés. La Ermita de la Patrona Virgen de Sonsoles".
Coloqué la página presentándola en el cristal, como venía haciendo hasta ese momento, pulsé el botón de inicio.
¡Córcholis! La copia que me expulsó en la bandeja era de la página 511: "Pórtico del convento de Santa Teresa de Jesús. Intramuros de Ávila".
Y es a partir de este momento, cuando comienza a suceder el hecho extraño e inexplicable que con el fin de facilitar su interpetación y no perderse en la sucesión con el número de las páginas, las mencionaré con parte de su título, ayudando de esta forma a su comprensión.
Es decir la 511 Pórtico; la 513 Virgen..
No era la página 511Pórtico la que había presentado sobre el cristal, sin embargo al voltear el libro comprobé que efectivamente la página era la 511 Pórtico.
Logicamnete pensaba que me había confundido y había puesto encima del cristal la 511 Pórtico y no la 513 Virgen, asi es que, coloqué de nuevo el libro, presentándolo sobre el cristal por la página 513 Virgen que era ahora, como antes, la que me interesaba y apreté de nuevo el botón de inicio.
La respuesta fue otra copia de la página 511 Pórtico, no la presentada, es decir la 513 Virgen.
Volví el libro y cual sería mi sorpresa que efectivamente era la página 511 Pórtico, por lo que, naturalmente, estaba hecha correctamente la fotocopia, aunque no la deseada.
Me dije entonces:
¡Marcos, eres un tonto del haba, presentando en el cristal la página que no queres hacer!
¿Como es posible que te confundas de página?.
En fin volvamos a intentarlo.
Volvía, de nuevo, a pasar las páginas hasta llegar a la 513 Virgen, a ver si de una vez por todas, hacía bien las cosas.
Presenté esta página sobre el cristal y apreté el botón de inicio pero, con gran sorpresa, volvió la maquina a expulsar la fotocopia de la página 511Pórtico y de nuevo, al voltear el libro presentaba la misma página, la 511Pórtico
Hice otro intento, ya un poco confuso de lo que estaba ocurriendo, volviendo a pasar a la págian 513 Virgen, cerciorándome de que la que ponía encima del cristal era esta y no otra, apreté con fuerza las tapas del libro y con la otra mano pulsé inicio. De nuevo aparecía la 511 Pórtico.
No podía creer lo que estaba ocurriendo, me volví hacia Lázaro y le dije:
Oye estoy idiotizado, no sé que pasa con esta fotocopia.
Haz el favor de venir a ayudarme, esto no parece muy normal.
Se levantó del lugar donde se encontraba y se colocó al lado mío, al mismo tiempo que le decía que se fijase bien en los pasos que hacía, con la intención de hacer la fotocopia que me interesaba, que era la página 513 Virgen y no otra, es decir la correspondiente a la fachada de la ermita de la Virgen de Sonsoles.
Tomé el libro y lo presenté de nuevo encima del cristal por esta página, pulsé el botón de inicio.
En la bandeja de salida apareció de nuevo la página 511 Pórtico, la de la puerta del convento de Santa Teresa que era la que aparecía de nuevo en el libro y que yo no había presentado en el cristal.
Ves, le dije a Lázaro.
Voy a repetir la jugada.
Esta vez serás tú el que apriete el botón, mientras yo me dedico con las dos manos, a fijar el libro por la página que me interesa, es decir la 513 Virgen.
Dicho y hecho.
Nuevamente volvió a parecer la página 511 Pórtico, la que presentaba el libro y no yo.
Volvimos a ejecutar los mismos movimientos, dos o tres veces después con el mismo resultado, era verdaderamente enigmático que reiteradamente el libro, después de presentado por la página 513 Virgen, lo que fotocopiaba la máquina era la 511 Pórtico, que era la que aparecía ante nuestros ojos al levantar el libro, como si una mano misteriosa sin mover para nada el libro cambiase las hojas.
¿Te puedes explicar esto? Le decía a Lázaro mientras mirabamos la máquina por todos los lados, intentando encontrar el problema.
No, de ninguan manera, No le encuentro explicación.
A decir verdad ¿Que tenía que ver la máquina que se comportaba como debía, sacado la copìa de la página que se le presentaba?
No era la máquina, la cuestión estaba en el libro, en el que inexplicablemente se cambiaba la página.
No quise seguir probando, le dije que era la última vez que lo intentáramos, procediendo de la misma forma, pero por fortuna, esta vez, si que expulsó en la bandeja la página 513 Virgen, al fin había conseguido hacer la fotocopia y el libro esta vez, si, presentaba la página 513 Virgen que como en las siete veces anteriores había colocado sobre el cristal. Por fin, era la correspondiente a la fachada de la Ermita de la Virgen de Sonsoles.
Un poco aturdido por lo que no acertaba a explicar, anoté detalladamente todo lo que había pasado en la agenda de mesa.
Después de comer, volví a las andadas con la fotocopiadora, tenía que finalizar mi trabajo para devolver el libro a la biblioteca, y tomándolo de nuevo fui en pos de nuevas fotos. En páginas posteriores encontré, una correspondiente a unas señoras sentadas al sol y en las eras, prenetando estas páginas encima del cristal y pulsé el botón.
De nuevo mi sorpresa fue mayúscula, cuando en la bandeja aparece la página 511 Pórtico, es decir la fachada del convento de Santa Teresa de Ávila. De nuevo el libro presentaba sobre el crital dicha página y no yo.
No quise averiguar más, en silencio recogí el libro y sin decir nada a Alhama, que estaba sentado en su lugar, me introduje en mi despacho, dándole vueltas al tema.
A pesar de no conseguir estas últimas ilustraciones para mi futuro trabajo, opté por entregar el libro a las bibliotecarias.
De inmediato, comenté lo sucedido y ninguno dio explicación a tal hecho. Cuando se lo conté a un sacerdote, que al día siguiente paso por las dependencias se límito a decir: No irás a creer que esto es un milagro.
Por supuesto que no, pero.......
A lo que Lázaro contestó:
Yo lo he visto hasta tres veces.
Asi sucedió y asi lo cuento.
Nunca encontré explicación a lo ocurrido, mi madre y mi mujer fueron las únicas que creyeron lo que les contaba, aunque sigo sin encontrar ninguna respuesta.
FIN