Thursday, May 31, 2012

HISTORIA DE LOS FERROCARRILES (DOCUMNTO


HISTORIA DE LOS FERROCARRILES
(DOCUMNTO)


COMPAGNIE
des
CHEMINS DE FER

De Sèville a Mérida, Cordoue et Cadix
PARÍS

Avril 1845


Traducido del francés por Marcos Mayorga Noval
Licenciado en Geografía e Historia



De Sevilla a Mérida, Córdoba y Cádiz.

A través del puerto de Santa María.

Concedidas por ordenanzas reales de 10 de febrero de 1845.

Extracto del informe del Sr. Pedro Miranda, ex director de Puentes y Carreteras de España de fecha 12 de marzo de 1845.

La península española puede ser el país donde los ferrocarriles son llamados a rendir grandes servicios. Este país casi sin carreteras, sin ríos y canales navegables, está obligado a hacer todavía una gran parte de los transportes en mula, o en caros hasta un reducido número de direcciones donde los caminos son poco practicables. También, allí donde los transportes son posibles, a través de las vías de comunicación los costos son enormes. El precio de las mercancías transportadas por kilómrtro no es menos de 50c., por tonelada y el de mensajerías y viajes de 20c., por viajero, es decir el doble del precio en Francia.
Del resultado de este estado de cosas, se podían establecer a precios moderados, en la dirección de las principales lineas comerciales, serán poderoso incentivo para los productos agrícolas e industriales, al mismo tiempo que para la circulación de viajeros, y dará a los concesionarios una remuneración muy superior a la de de otros países, que dadas las altas tasas de tarifa que se pueden mantener en ausencia de cualquier competición, seria la norma habitual.
En cualquier caso de los informes, Andalucía sera la parte de España mas favorable para el establecimiento del ferrocarril. La mitad de la península presenta las provincias mas fértiles, mas ricas y las mas pobladas de todo el reino; la cuenca del Guadalquivir, en particular, es celebre por sus viñedos de Jerez, San Lucas,, Puerto de Santa María, el condado de Niebla, Montilla, y por la abundancia en su recolección de aceite y frutos de toda naturaleza; esta cuenca pose también minas de hulla y de metales, llamadas a un gran desarrollo una vez abiertas las nuevas vías e transporte.
Andalucía proporciona además puertos cómodos y de acceso fácil que la permiten exportar fuera los ricos productos de su territorio y de recibir a cambio mercancías y los alimentos d ellas colonias y del extranjero, al mismo tiempo que facilita el tránsito hacia las provincias del centro y de la capital.
En fin este país ala la inspección de la configuración topográfica, se presta de forma admirable al establecimiento de los ferrocarriles; la cuenca del Guadalquivir es un valle de gran llanura sin apenas pendiente desde córdoba hasta el mar y apenas esta separada de la del Guadiana por una meseta poco elevada de pendientes suaves y prolongadas en ambos lados.
Sevilla siendo la capital y la ciudad mas importante de Andalucía, siendo además el puerto mas considerable por el cual se efectúa hoy las importaciones y las exportaciones del país, es desde este punto desde donde han de partir los ferrocarriles.
Desde Sevilla, la primera linea se ha de dirigir hacia el norte para facilitar el aprovisionamiento y el comercio de las provincias del centro de la península y para servir la circulación ya considerable que existe de viajeros y de mercancías en la dirección del mediodía al norte y viceversa. La villa de Mérida, situada sobre el Guadiana, es hoy el centro principal de este gran comercio: el trazado ha sido adoptado por consiguiente en la dirección de Sevilla a Mérida.
Además la misma villa se encuentra sobre la gran ruta de Madrid a Lisboa y sera una de las estaciones del ferrocarril proyectada entre las dos capitales. Por lo tanto el ferrocarril de Sevilla a Mérida se convertirá en la cabeza o el tronco común de las comunicaciones del mediodía de España con Madrid y con Portugal.
La segunda linea de ferrocarril partiendo de Sevilla sera dirigida hacia la llanura del Guadalquivir, por Écija y Córdoba. Esta linea esta motivada por la importancia de la población y de las ciudades de esta cuenca, por la abundancia de productos agrícolas, por la explotación de las minas y hulleras vecinas del Guadalquivir, necesario para el servicio mismo del ferrocarril proyectado y al desarrollo de la industrias y de la navegación a vapor del mediodía de la península.
Esta rama podrá también llegar a ser la cabeza del ferrocarril prolongado hasta Madrid, si se pude atravesar hacia el norte de Andujar la gran cordillera de Sierra Morena; mientras desde Écija se podrá dirigir por el valle del Geníl, un ramal sobre la importante villa de Granada.
En fin la tercera linea de ferrocarril será dirigida desde Sevilla sobre Cádiz, por el Puerto de Santa María y tendrá por objeto de suplir la navegación por el Guadalquivir, tanto para el transporte de mercancías como para la circulación de viajeros.
A pesar de que los navíos pueden hoy remontar el río hasta Sevilla, no pueden hacerlo mas que los de bajo tonelaje a causa de la barra de la embocadura y de los altos fondos o bancos de arena que dificultan el curso del río.
Las mercancías transportadas en grandes navíos necesitan forzosamente el transbordo en la bahía de Cádiz o en el río, con las cargas adicionales que ello representa el remonte por el Guadalquivir.
Para los viajeros no solamente el ferrocarril de Sevilla a Cádiz les ahorrará los obstáculos y sinuosidades del río, así como el tiempo recorrido por mar desde la embocadura hasta la bahía de Cádiz puesto que efectuara en tres horas un trayecto que exige hoy de siete a nueve horas y que obliga también a esperar el momento favorable de las mareas.
En fin, la sección de Sevilla a Cádiz que reúne la mayor masa de circulación y se subdivide en dos direcciones de Mérida y de Córdoba, sera ciertamente la mas productiva y la mas importante de las tres lineas proyectadas.
Descripción del trazado.
Estudios detallados no han sido aún realizados y nopodemos establecer de una manera definitiva la dirección a dar a este ferrocarril y a sus ramales. No se puede, toda vez que con los datos que se tienen no se puede hacer un cálculo definitivo que inspiren la confianza necesaria.
La linea de Mérida a Sevilla debe ser dirigida de manera que atravesando el Guadalquivir, a alguna distancia por debajo de Sevilla en un lugar conveniente para el establecimiento de un puente, se vincule a la linea Sevilla a Córdoba.
El terreno bastante uniforme a lo largo de toda la linea permitirá salvar algunas dificultades de paso entre las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir. Es mas las depresiones a lo largo del trazado de la linea no son considerables y las dos vertientes tienen pendientes que permiten el desarrollo del trazado. De momento se puede decir que no ofrece obstáculos serios para la ejecución del proyecto.
El ramal de Córdoba debe pasar lo mas cerca posible de Écija; esta villa es el punto central donde se unen las comunicaciones de los ricos territorios que la rodean. La construcción de este ramal será de los mas fáciles; el trazado se encuentra por entero en la cuenca del Guadalquivir sobre la orilla izquierda de este río y los trabajos no sran de importancia. Habrá que estudiar con detenimiento el punto de unión antes de Sevilla, donde debe de hacerse la conexión y de la linea de Mérida con le fin de llegar a la solución mas económica de la cuestión.
El traszado podría también sin dificultad, proyectarse sobre la rivera derecha pero el movimiento. Por la razón que ya he indicado, será mas grande que sobre la rivera izquierda. Sera entretanto útil por el interés de la empresa y en orden a observar el movimiento de la rivera derecha
no dejar pasar por alto construir algunos puentes suspendidos sobre el Guadalquivir en los lugares mas convenientes y de acuerdo a esta circunstancias fijar las estaciones intermedias. Los peajes que se establecerán sobre ellos serámn sin duda suficientes para cubrir los gastos de construcción.
Le ramal de Sevilla hacia Cádiz por el puerto de Santa María puede trazarse siguiendo los contornos del Guadalquivir para llegar hasta Rota y de allí continuar a lo largo del litoral hasta el Puerto de Santa María, o bien siguiendo cerca la misma dirección de la gran ruta real. Pero la primera de estas dos direcciones habiendo de atravesar lo que se llama La s marismas, es decir una gran extensión de terreno semi inundado por el mar. Parece muy probable una vez hecho el estudio, rechazarla para seguir la de la ruta real que será mas corta.
No se ha considerado por el momento continuar el ferrocarril hasta Cádiz rodeando la bahía porque no parece haber ninguna ventaja. Habría que hacer tres grandes puentes en circunstancias muy poco favorables y vencer otras dificultades inherentes a la naturaleza y disposición del suelo y el producto no aumentaría ciertamente. Se emplearía mas tiempo en viajar por ferrocarril que en atravesar la bahía de Cádiz (una media hora) y este servicio siendo efectuado por barcos a vapor no ofrece ningún inconveniente si se establece u8n embarcadero en el lugar que se llama el Aculadero, a fin de evitar los inconvenientes de la barra móvil del Guadalete.; los trabajo0s necesarios para el establecimiento del embarcadero son de poca importancia. Se podría y esto es verdad, objetar el inconveniente de las mercancías, pero, a poco que se piense uno se convence que este inconveniente no desaparece prolongando la linea de ferrocarril hasta Cádiz, puesto que será necesario siempre sea en este puerto o en el de Santa María transportar las mercancías desde la estación del ferrocarril hasta los edificios levantados en la rada y vice versa. El puerto de santa María ofrece también ventajas con el embarcadero que se propone, todas las ventajas que el comerciuo puide decidir para el embarque y desembarque de mercancías; y es un hecho conocido en todo el mundo que la expedición de los vinos de Xerez objeto de un vasto comercio se hace directa, ete desde este puerto.
Desarrollo de trazado: La longitud del ferrocarril de Mérida a Sevilla será algo más de 200 Kms. De Sevilla a Écija y Córdoba 120 Kms. De Sevilla al Puerto de Santa Mraía 120 Kms. Total 440 Kms.
Gastos de construcciones.
Tierras para dos vías: Para las dos vías 770 hectáreas. Para estaciones, almacenes, talleres 75 hectáreas. Total845 hectáreas. La hectárea equivale a 3.22 fanegas, de 400 estadales y el precio de la fanega estando sobre los 3.00 reales, se fija la hectárea a 2.400 francos. Suponiendo que la compañía pueda obtener gratuitamente, de acuerdo a la concesión 145 hectáreas, habrá de pagar por 700 hectareas Total: 1.689.000 francos.
Aterrazamiento y trabajos artesanos para dos vías: 440 kms a 120.00 fr., precio medio.- 52.800,000 fr. Vías de hierro, raíles: 880.000 m. corrientes para la vía simples. 88.000., para estaciones y estacionamientos. Total: 988.000 m., a 25 Kg: 24.200,000 al precio de 38 fr., los 100 kg: 9.196.000fr. Pieza de metal sujeción del raíl Se supone que será preciso una cada 0.80c.) 1.210.000 al precio de 15 fr. los 100 kgs. 1.815.000 fr. Total: 65.491.000 fr.
Cuñas de madera de roble: 1.210.000 a 20 céntimos.242.000 fr.
Traviesas: 605.000 a 3 fr. 50 c. 2.117.500fr.
Clavos: 2.420.000 a 40c. 968.000 fr.
Arena o grava: 968.000 metros cúbicos a 4 fr. 3.872.000.
Colocación de la vía: 480.000 metros lineales a 5 fr. 2.420.000 fr.
Plataformas: 200 a 1.500 fr. 300,000 fr.
Agujas y cruces: 400 juegos y 800 cruces a 800 fr. 320.000 fr.
Depósitos de agua: 22 a 20.000 fr. 440.000 fr.
Casetas de guarda: 440 a 1500 fr. 660.000 fr. Total: 77.610.500 fr.
Almacenes, estaciones y talleres: 4 hangares a 400.000 fr. 1.600.000 fr. 22 estaciones a 50.000 fr. 1.100.000 fr. 1 taller principal en Sevilla. 80.000 fr. 2 talleres secundarios en Mérida, Córdoba y Puerto de Santa María, a 40.000 fr. 120.000 fr.. Total. 80.610.500 fr.
Material: 100 locomotoras a 50.000 fr. 5.000.000 fr. 150 coches de primera clase a 8.000 fr 1.200.000 fr. 350 coches de segunda clase a 4.000 fr. 1.400.000 fr. 500 coches de tercera clases a 3.000 fr. 1.500.000 fr. 800 vagones a 2.000 fr. 1.600.000 fr. Utillaje. 1.100.000 fr. Total: 11.413.262 fr.
Gastos de administración y estudios y gastos de dirección de los trabajos: 2.002. 762 fr.
Total: 94.413.262 fr
Pérdidas de intereses: Se supone que durante el primer año deberá pagarse la tercera parte del capital, durante el segundo otra tercera y durante el tercero los productos del ferrocarril cubrirán los intereses; se deberá por tanto pagar en totasl, durante los dos primeros años una anualidad del capital lo que hace al 4 por cien. 3.776.530 fr.
Total: 98.189. 792 fr.
Gastos eventuales, gastos imprevistos, indemnización de concesión y reservas: 6. 810.208 fr.
Total: 105.000.000 fr.
El precio medio por kilómetro, es por tanto de 239.000 fr.
Movimiento de viajeros y de mercancías:
Línea Mérida a Sevilla. Distancia 200 kms. Viajeros: 170.00. Mercancías: 90.000 tm. Viajeros por km: 34.000.000fr. Mercancías por km: 18.000.000 fr.
Línea Sevilla a Córdoba. Distancia 120 kms. Viajeros: 260.000 Viajeros por km. 31.200.000 fr. Mercancías por km: 15.600.000 fr.
Línea Sevilla al Puerto de Santa María. Distancia 120 km. Viajeros: 380.000. Viajeros por km: 45.600.000 fr. Mercancías por km: 24.000.000 fr.
Total por viajeros: 110.800.000 fr. Total por mercancías: 57.600.000 fr.
Precio medio de los transportes:
El precio medio del transporte de mercancías por tierra, por los medios utilizados en la actualidad, es de 4 maravedís por arroba y legua de 20.000 pies castellanos; la arroba siendo igual a 11kgs.5, la legua a 5 km, 57 y el franco equivalente a 129.2 maravedís. Es fácil encontrar que la tm. Custa por km.48 c. 3.
se piensa por tanto que para el transporte de Mérida y de Córdoba a Sevilla, se puede fijar el precio medio sobre el ferrocarril por Tm y por km a 25 cts; supondrá también para el comercio una economía de mas de 48 por ciento. De Sevilla al Puerto de Santa María y a Cádiz la mayor parte de los transportes se hace hoy por el río; mas aunque el ferrocarril tiene la ventaja de evitar los peligros y los retrasos a veces muy considerables de la navegación fluvial y sobretodo el de la regularidad en el servicio en un tiempo infinitamente mas corto que por el Guadalquivir vemos que sera prudente para aniquilar toda concurrencia fijar en 15 ct, el precio de la Tm. en la linea de Sevilla al Puerto de Santa María.
El precio actual para el transporte de personas, puede ser calculado en razón de 20 ct. Por Km., se puede por tanto razonablemente fijar a 10 ct. (precio medio) para el ferrocarril. Serán los precios: Viajeros : 10 ct., km. Mercancías: De Mérida y Córdoba a Sevilla: 25 ct., por Tm y Km.
Productos y beneficios:
Viajeros-.110.800.000 1kma 10cts.: 11.080.000 fr.
Mercancías de Mérida a Sevilla, 18.000.000 Tm a 1 kg. A 25 cts.: 4.500.000 fr. Mercancías de Córdoba a Sevillsa, 45.000.000 Tm a 1 kg. A 25 cts.: 3.900.000 fr. Mercancías de Sevilla a Puerto de Santa María, 24.000.000 Tm a 1 km a 15 cts.: 3.600.000 fr. Total: 23.080.000 fr.
A deducir:
Gastos de explotación y entretenimiento, 30% : 6.924.000 fr. Amortización, ½ % : 525.000 fr. Total 7.449.000 fr.
Total.- 15.634.000 fr. Lo que representa un beneficio, intereses comprendidos, de mas de 15 %. Mas como el gasto se ha calculado extensamente, asi como el desarrollo de todas las lineas, es cierto que el beneficio serás mas considerable.
TABLEAU.- De la población de las provincias y de las villas mas interesantes para la ejecución del ferrocarril de Sevilla a Mérida, Córdoba y Cadiz.
Provincias: Badajoz, 318.000. Cáceres, 354.000. Cádiz, 340.000. Córdoba, 347.000. Granada, 410.000. Málaga, 372.000. Almería, 260.000. Jaén, 233.000. Huleva, 147.000. Sevilla,415,000.
Villas: Almendralejo, 6.500. Andujar,10.500. Badajoz,12.000. Baeza,11.000. Cáceres,10.500.
Cadiz,60.000. Carmona,18.500. Chicala, 7.000. Córdoba, 48.000. Don Benito, 14.000. Écija, 36.000. Huelva, 8.000. Xerez, 32.000. Lebrija, 7.000. Lucena, 21.000. Llerena, 6.500. Mérida, 5.000. Montijo, 6.500. Montilla, 13.000. Puerto de Santa María, 18.000. Puerto Real, 5.500. San Fernando (Isla de León), 18.000. San Lucar, 17.000. Sevilla, 110.000. Trujillo, 4.600. Ubeda, 16.000. Utrera, 11.500. Zafra, 7.500.
De acuerdo con los documentos publicados recientemente se constata que la base de la contribución directa de 300.000.000 de reales sobre los inmuebles, las provincias interesadas en la construcción del ferrocarril de Sevilla a Mérida, Córdoba y Cadiz: Almería, 5.291.480 de reales. Badajoz, 7.371.828. Cáceres, 5.323.630. Cadiz, 11.138.719. Córdoba, 9.657.548. Granada, 9.397.782. Huelva, 3.265.770. Jaén, 6.794.289. Málaga, 9.874.272. Sevilla, 11.121.335. Total: 82.239.353 reales. Lo que hace de estas provincias mas del cuarto del total de la contribución de España.
Principales condiciones de la concesión.
1º.- Pago del 2% sobre del montante del capital social en el segundo mes a contar desde al concesión en un banco de Madrid, para ser retirado sucesivamente durante los trabajos.
2º.- Duración de la concesión:cincuenta años. Tiempo de iniciación de los trabajos dieciocho meses; tiempo en que deben ser terminados: cuatro años.
3º.-Tarifas. Serán fijadas por la compañía y no podrán ser modificadas en 25 años desd e la fecha de la concesión. A partir de esta fecha las tarifas podrá ser modificadas al final de cada periodo de cinco años. Pero esta modificación no tendrá lugar sal en el caso de que los beneficios netos fueran estuvieran por debajo del 15% del capital social, con condición de que esta modificación nunca pueda afectar a este 15%. Si de hecho los beneficios netos restante por debajo de esta cifra, el gobierno español deberá restablecer las tarifas para completarla.
4º.-Treinta años después de la fecha de la concesión, el goberno español podra en cada periodo de cinco años, a partir de la expiración de esos treinta años, adquirir la propiedad del ferrocarril.
Para fijar el precio de la redención se tomará el término medio de los productos obtenidos durante los cinco años precedentes y este término medio representará la anualidad que deberá pagarse a la Compañía durante la duración el tiempo aún no transcurrido de la concesión.
En el caso de que el término medio de que se habla sobrepasara el 15% del capital social, la anualidad no podrá exceder la cifra del 15 %. En el caso contrario, ella podrá exigir que la fijación de la anualidad se hecha por los árbitros., pero en ningún otro caso, la dicha anualidad podrá ser inferior como término medio calculado que se acaba de expresar.
5º.- La Compañía tiene el derecho de hacer en los bosque que pertenecen al Estado, conforme a la reglamentación en vigor el aprovisionamiento de la madera que será necesaria para la construcción de los ferrocarriles, estaciones etc.
6ª Ella tendrá el derecho de entrar en España de manera gratuita, sin pagar derechos de aduana, durante diez años, a contar desde el día del comienzo de los trabajos, los primeros materiales, piezas fabricadas, utensilios, material y otras cosas que serán necesarias pata la construcción y explotación del ferrocarril.
7º.- El gobierno librará gratuitamente a la Compañía los terrenos que le pertenecen, se el título que sea, necesario para el ferrocarril, a las construcciones y servicios.
8º.- La Compañía será subrogada, en los derechos y privilegios que pertenecen al Gobierno por las leyes y disposiciones en vigor, para abrir canteras, adquisición de combustibles y pastos libre de impuestos para el consumo, para todas las tareas realizadas por los trabajadores empleados en la ejecución del ferrocarril y sus accesorios.
9º.- El ferrocarril y sus ramales, los capitales que se han de invertir, al igual que los valores que representan y los beneficios que resulten estarán exentos de toda contribución ya sean ordinarias como extraordinarias durante la duración de la concesión. FIN
FUENTE: A.H.N. DIVERSOS-TITULOS-FAMILIAS, 3574,Leg.39.Exp.2

Sunday, May 20, 2012

FAMILIAS DEL PASADO DE SANTA FE DE BOGOTÁ


FAMILIAS DEL PASADO DE SANTA FE DE BOGOTÁ
Los Caycedo o Caicedo eran oriundos de España. Don Francisco Beltrán de Caicedo, había nacido en Berantevilla o Belanturi, al norte de Haro, al este de Santo Domingo de la Calzada. SE casó con Doña María Pardo de las Mariñas, nacida en Palos de Moguer. A buen seguro que no se imaginaba entonces, que parte su descendencia, seguiría la aventura motivada por el descubrimiento del Nuevo Mundo.
A principio del siglo XVII, vivía en Santa Fe de Bogotá una bella señora, muy atractiva que suscitaba la admiración de cuantos la conocían. Esta hermosa dama, Doña Jerónima de Orrego fue pretendida del Gobernador Anuncibai, aunque se casaría con D. Fernando de Monzón, con el que estuvo unida por un corto periodo de tiempo. Viuda y hermosa, de nuevo despertó la codicia de los galantes de Santa Fe, llevándose la palma un joven caballero de la Orden de Santiago, llegado hacia poco de Salamanca, su lugar natal, D. Francisco Maldonado de Mendoza, almirante de Flora y corregidor de Quito. Su hermano, Don Diego estaba casado con Doña Maria Ponce de León y ambos eran parientes de los Duques del Infantado y de los Condes de Tendilla. De sus segundas nupcias tuvo Dona Jerónima dos hijos, Don Antonio y Doña Ana.
A la muerte de su padre entró en la posesión de la rica hacienda, su hijo D. Antonio Maldonado de Mendoza y su inmensa riqueza le dio mucha influencia en la capital y le granjeó títulos y honores. El Rey le hizo Caballero de Calatrava y alcanzó los destinos de Gobernador de Santa Marta, Procurador de Corte, General y Corregidor perpetuo de la ciudad de San Francisco de Quito. Fuera de sus posesiones de la Sabana, gozaba de un hermoso sitio de recreo situado al oriente de la ciudad y llamado Burburata. A principios del siglo XVII, este lugar fue comprado a la familia de los Mendoza por los frailes de la orden de San Francisco, donde levantaron el convento y la iglesia de San Diego.
La casa de D. Antonio Maldonado de Mendoza era frecuentada por lo mas selecto de la sociedad De Santa Fe, particularmente por los Cayzedos, siendo esta casa también una de las más representativas de la ciudad. Frente a la capilla de Nuestra Señora del Rosario, en la casa de esta antigua familia, las armas se ven esculpidas en piedra sobre la puerta principal.
Se trataba de la familia de Don Francisco Beltrán de Cayzedo y su esposa Doña Catalina Carrillo, hija del Gobernador de la Provincia de Muzo, de Don Fernando Beltrán de Cayzedo, su hermano, y entre otras, de una hermana, Doña Catalina, que caso con el Gobernador Don Francisco de Berrio, hijos todos del conquistador de los Remedios.
El presbítero maestro Pedro Andrés Calvo, natural de Santa Fe, escribió sobre la fundación del monasterio de esta ciudad y de su obra: "Proyectó el Capitán don Fernando de Caycedo, (Caicedo) sujeto piadoso y dueño de considerables riquezas, fundar en santa fe un monasterio de religiosas dominicanas ofreciéndosele a ayudarle en la empresa sus parientes el secretario Thomás Velázquez y Alonso López de Mayorga...... En este tiempo casó don fernando Caicedo con Doña Ana Cairal natural de Toledo y murió meses después en la ciudad de los Remedios, disponiendo de su hacienda a favor del póstumo que había de nacer, quien apenas vivió 24 horas. Los testamentarios y albaceas, que fueron don Francisco Beltrán...."
Fernando Leonel Beltrán de Caicedo nació en Santa Fe de Bogotá, hacia 1636. Fueron sus padres: El Sargento Mayor D. Francisco Beltrán de Caicedo, nacido en Santa Fe de Bogotá, Alférez Real de ella y su Alcalde ordinario, Contador Mayor del Tribunal de Cuentas de la Nueva Granada; y Dª. Teresa de Mayorga, nacida también en Santa Fe.
Fueron sus abuelos paternos D. Francisco Beltrán de Caicedo, nacido en Berantevilla (Montañas de Burgos) y Doña María Pardo de las Mariñas, nacida en Palos de Moguer. Abuelos maternos. D. Alonso López de Mayorga, nacido en Villafranca (Toledo), Familiar del Santo Oficio de la Nueva Granada; y Doña Ana María de Fonseca, natural de Santa Fe de Bogotá (hija legítima de Juan de Olmos, natural de Portillo, Valladolid) y de Doña Catalina Velázquez y Porras nacida en Santa Fe de Bogotá. Una hermana se llamaba Doña Gerónima de Caicedo casada con el Adelantado D. Juan Velez. Otro hermano, Francisco Velez Beltrán de Caicedo nació en Santa Fe de Bogotá hacia 1628, hermano entero con la misma genealogía. Caballero de la Orden de Santiago. FIN

Friday, May 11, 2012

EL REINADO DE ISABEL II





ASÍ CAYÓ EL QUINTO GOBIERNO DE LA DÉCADA MODERADA EN ESPAÑA
Marcos Mayorga Noval
Corrían tiempos en que Isabel II sentía algo más que admiración por el progresista Serrano, el “general bonito”. La sociedad estaba alarmada con los devaneos de la joven reina, casada con su marido el rey consorte Francisco de Asís y el gobierno de turno, temiendo que el moderantismo sufriera las consecuencias, no sabía como alejar al amante, el cual se negaba sistemáticamente a apartarse de la corte.
La narración histórica trata de los episodios cortesanos en aquellos momentos, vividos intensamente por Donoso Cortés defensor, como siempre, de los intereses de la reina madre María Cristina, cuyos detalles los ponía en conocimiento de su principal valedor Fernando Muñoz, el Duque de Riánsares1. Se desarrollaron durante el mes de marzo de 1847, cuando la reina Isabel II estaba empeñada en formar un nuevo gobierno, a suya cabeza estuviese Serrano y Salamanca, del que Luzuriaga pretendía también formar parte.
El Gobierno presidido por el Duque de Sotomayor, Marqués de Casa Irujo, preocupado, tuvo que tomar medidas en extremis, de ahí que se acordara presentar urgentemente a la reina, un decreto nombrando a Serrano Capitán General de Navarra. No dio resultado puesto que aún argumentado su conveniencia, Isabel II se negó a firmarlo, devolviéndolo a los moderados Carlos Martínez II marqués de Casa Irujo y Marcelino Oráa.
Se decide entonces hablar con el rey consorte sobre el asunto. En el palacio real, Francisco de Asís recibía en su despacho a Donoso Cortés.
  • Pasa, pasa Donoso
  • Buenos días Majestad.
  • Vera Señor, con el debido respeto, creemos que sería conveniente obrar en consecuencia. Es necesario que VV.MM., se acuesten los dos a la misma hora, o temprano ambos si S.M la reina accede a ello, o en todo caso sea V.M el que se acueste más tarde si ella no acudiese.
  • Bueno Donoso, así trataré de hacerlo a ver si obtenemos algún resultado, aunque me temo que las cosa seguirán igual.
    Así trató de hacerlo el rey consorte aquella misma noche, pero la reina quiso cansar a su marido, aunque no pudo; ambos se acostaron a las siete de la mañana y la entrevista que iba a realizarse aquella misma mañana, con Claudio Antón de Luzuriaga no pudo realizarse.
    Al día siguiente, Donoso es recibido de nuevo en palacio por Francisco de Asís.
  • Majestad, es conveniente que hable S.M a la Reina sobre los rumores que corren de boca en boca por todo Madrid, pero no haga alusión del Decreto sobre el destino que se ha de dar a Serrano, debe aparentar que lo ignora. Sobre todo ha de decirla que tiene que tomar una determinación definitiva con este general.
    Al día siguiente, sábado llegó muy temprano un emisario a casa de Donoso con la misiva de que el rey quería verle, otra vez más en palacio.
  • Donoso he seguido tus consejos y le he dicho a la reina que las voces que circulaban de boca en boca, perjudicaban mi honra; que no podía consentirlo que creía en su inocencia y que si no lo fuera estaría dispuesto a perdonarla. Le dije que reflexionara que yo en nada la había faltado y que de cualquier manera era necesario desmentir tales voces. Que tenía que tomar medidas contra el hombre que estaba provocando aquel estado de cosas, que de continuar podía perder el empleo.
_ Sabes que te digo Paquito, me dijo la reina, todo lo que se dice es falso.
N quiero tomar medidas de ninguna clase y además, nada me importa de mi empleo.
La contesté que si creía que perder el empleo era poder ir a divertirse a París, era engañarse a si misma, que si perdía la corona traería consigo la miseria, el encierro y hasta la misma muerte. Me volvió a prometer fidelidad, aunque volvió a negarse a tomar medidas mientras me hacía cariñitos. En estas conversaciones estuvimos, acabamos cerca de la una y media, anoche.
_Muy bien Majestad, pero ahora le toca el turno a los consejeros, no diga de esto a nadie. Siga S.M acostándose a la misma hora, es lo más aconsejable. Entretanto ya le comunicaré si hay alguna novedad.
Donoso después de despedirse se dirigió al lugar donde se encontraban los consejeros, a los que les propuso el plan a seguir.
_ Me propongo ir a ver a la reina después de su paseo. Vds., lo harán después de su salida del teatro y la insistirán para que firme el decreto. Mientras, den las órdenes oportunas para que se reúna Serrano: Propónganle confidencialmente la recomendación de aceptar el destino que se ha decidido.
Así se hizo, Serrano acudió a la llamada de los consejeros, presentándose a ellos con un semblante desencajado, que se intensificó cuando le comunicaron la decisión adoptada por el Gobierno.
_ Srs, me niego absolutamente a aceptar esta decisión, dijo Serrano, despidiéndose malhumorado.
_ No importa Srs., se dijeron los consejeros, hay que seguir insistiendo.
Donoso en palacio, en un nuevo encuentro con la reina.
_ Hola Donoso ¿ Que quieres saber ?
_Yo se mas que V., y por eso no estoy hoy para juegos; y si V., supiera lo que yo no estaría ni para juegos ni para chanzas tampoco.
_ Pues ¿Que Hay? ¿Que hay?
_Lo que hay es que hasta por los barrios bajos, se dice lo que se dice, y no es eso lo peor sino que hoy en las Cortes, andaban arremolinados los diputados hablando sobre el mismo asunto.
_¿Y que decían?
_ Pues que en tiempos del Gobierno absoluto, España no había consentido un Godoy y que sería una vergüenza que ahora las Cortes se convirtieran en un Gobierno representativo.
_¿Y quien decía eso?
_Lo decían todos.
La reina quedó profundamente pensativa.
¿Y que cree Vd., que se debe hacer?
Creo Majestad que debe llamar a sus consejeros y decirles que su honor anda en lenguas, que tienen que salvarla pues, para ello son los responsables de su honra. Que se reúnan cuanto antes en consejo y deliberen y que le propongan el resultado de la solución que S.M aprobará.
_ ¡Eso quieren ellos!
_ ¿Como, eso quisieran ellos? V.M., es la que debe querer eso.
_ Digo esto porque el Ministerio no puede durar.
_ Y yo digo Señora que no puede, que no debe caer en estas circunstancias.
¿Y si yo estuviera empeñada mi palabra?
Si V., tuviera empeñada su palabra, la tendrá que desempeñar, ya que su honra y la salvación del Estado es lo primero.
_¡Pues, has de ver a Salamanca Ministro!
_No lo crea V.
¿Como no lo crea V?
_Como que no ¿Como si no hubiera mas que hacer Ministro al primer tunante que se encuentre por la calle? V., tiene talento y tiene sagacidad, pero no tiene experiencia; esa experiencia será muy costosa; el porvenir de V., será tremendo y ahora se lo anuncio y sobre todo no se hará porque no quieren las Cortes, porque la nación no quiere, porque no se hará.
_Escucha Donoso, todo puede componerse sin escándalo y sin violencias.
_Veamos como ¿Tengo curiosidad por ver lo que V., propone.
_Mira, todo el mal viene de que se dice que yo le miro en el paseo y en el teatro, pues no le volveré a mirar, así todo queda concluido.
_Señora Vd quiere curar pulmonías con cataplasmas. Lo que sucederá con esta proposición es que todo el mundo dirá que se están viendo en secreto y que entre los dos han acordado no verse en público, de ahí que ese no sea el remedio.
_Pues yo no adoptaré otro mas estrepitoso.
_Señora V., se pierde y al final tendrá que adaptarse.
Quedó zanjada aquella conversación por la reina
_¡Vete! ¡Vete! Tengo que ir a comer.
_A los pies de V., se despidió Donoso para bajar de inmediato al Consejo y ponerles al corriente de como estaban las cosas; les dijo.
De todas formas deben subir a proponer a la reina que firme el decreto y aunque no consienta en ello, no pronuncien la palabra dimisión, tan solo han de decir que en vista de su negativa, acordarán lo que daba hacerse.
Así lo hicieron y de nuevo la reina se negó a firmar, pasando de inmediato a deliberar lo que debía hacerse, acordando que Serrano ya no fuera destinado a Pamplona como capitán general ya que para ello se necesitaba un Decreto. Debería ir en Comisión del Gobierno, para lo cual solo sería necesario la firma del Ministro; que si acaso al comunicarle el asunto adujese encontrarse enfermo no se le admitiese tal excusa y si acaso con tal de no acatar la orden renunciase a sus honores y grados, se le considerase como un insubordinado carente de disciplina y se le enviase no ya de comisión a Pamplona, sino como un reo de la Ciudadela. Todo ello se había de ejecutar al día siguiente que era domingo.
Este día, de mañana Donoso se entrevistaba con Francisco de Asís, con el fin de informarle de los acuerdos de los consejeros el día anterior. Una vez oídos se puso muy alegre.
_Majestad este prevenido que Serrano es muy osado y puede que se presente en palacio, para verle o ver a la reina. Si sucede no le reciba y no consienta que le reciba la reina tampoco, para lo cual de las órdenes oportunas para que antes de pasar recado a la reina de todas las personas que intenten presentarse, le pasen el recado a V.
_ Estoy de acuerdo Donoso, seguiré tus directrices.
_ Se dice que Serrano se corresponde con la Señora a todas horas a través de la Santiesteban, una tía suya y la Catalina guarnicionera, por eso es preciso que insista a su esposa que las aleje de la corte lo antes posible y si no, como marido y dueño de la casa prohíba V., mismo que entren en palacio. Si no quiere nombrar otras tiene que decirla que se quedará sin servicio.
Ínterin, Serrano a la vista de los acontecimientos, pidió la revocación y que se dilatara su cumplimiento, hasta pedir autorización al Senado, después de descubrir ante los senadores las verdaderas causas de todo el asunto, a lo que los consejeros le contestaron diciéndole que se había dado orden al capitán a general a través de una silla de postas que se hiciese cumplir la orden.
Serrano, había ido a palacio a ver a la reina pero no fue recibido, al menos en esta ocasión Donoso se había salido con la suya. Sin embargo el capitán general Manso, en vez de ejecutar la orden de capturar a Serrano lo que hizo fue avisarle, llamando a su casa a D. Antonio Gallego que era su íntimo amigo
_ Diga a Serrano que se vea conmigo.
Fue tanto como decirle que se escapara, pues efectivamente se escapó y la reina no tardó en saberlo aquella misma tarde, llamando inmediatamente a uno de sus consejeros, Oráa. Enfurecida le dijo:
_¡Da la orden inmediatamente para que se revoque la orden de salida de Serrano, todo esto se ha hecho sin contar conmigo. Todo se tiene que deshacer en el acto!
_Majestad enviar a un militar en comisión a una provincia, es cosa que el Gobierno puede hacer sin la reina. En cuanto a la revocación de la orden, lo consultaré con mis compañeros.
La reina encabritada manoteaba, al mismo tiempo que llorando pisoteaba el suelo con fuerza.
_¡En España todos son reyes menos yo!
Dirigiéndose con cajas destempladas al anciano Oráa que no salía de su asombro, ante tal espectáculo
¡Mira! ¡Me las pagarás! ¡Me las pagareis todos!¡Me vengaré, revoca la orden en el acto o teme mi cólera!
_Señora, soy un anciano militar, envejecido en el combate. Me he hallado en 130 combates, tengo 23 heridas y no temo a la muerte, si la recibo en cumplimiento de mi deber.
¡Vete! ¡Vete! Reúne a tus compañeros. ¡Dentro de dos horas quiero ver revocada la orden!
Salió Oráa del despacho, mientras los que estaban en la ante cámara habían oído los gritos y el estrépito de aquella escena tan turbulenta. De inmediato se reúne el Consejo, al que asiste Donoso Cortés, decidiéndose que Oráa diga a la reina que no ha podido reunir a sus compañeros y que no se presentarán ante S.M hasta el día siguiente.
Dijo Donoso
_ Yo iré a ver al rey esta misma noche para decirle que mañana, cuando se presenten los Ministros a la reina, se presente él al mismo tiempo con ellos, para decirla que él nunca quiso intervenir en las cosas del Gobierno y que nunca ha asistido a los consejos y que esta vez lo hacía porque se trataba de su honra. A ver si de esta forma se decide a firmar.
Donoso subió al cuarto del rey. Un criado se dirigió por el pasillo a dar conocimiento a Francisco de Asís de la visita., cuando le paró la reina Isabel.
_¿Donde vas?
Aturdido.
_ A decir a S.M., que un caballero le espera en su cuarto.
_¿Quien es ese caballero?
_No le conozco Señora. La reina insiste y finalmente.
_Señora es Donoso Cortés.
Ah en ese caso. ¡Paquito! Levantando la voz. Ve ha recibir a Donoso que te espera en tu cuarto.
La reina le sigue pero se queda en la puerta que permanecía medio abierta. Disimuladamente Francisco de Asís le hace una señal a Donoso, para advertir de la presencia de la reina, entonces Donoso comenzó a hablar en voz baja al rey, momento en que irrumpió en la estancia Isabel, airada.
_¡Hola Señora! ¿V.M., por aquí? Dijo Donoso, con una mal disimulada intención.
_ Si amigo. Nos vamos al teatro.
_Sea enhorabuena.
_¿De quien vienes aquí de embajador?
_Señora de quien soy embajador siempre, de mi propia persona.
El rey permanecía en silencio, mas muerto que vivo, mientras la reina demudaba colérica con los ojos hinchados y con una especie de temblor nervioso. Donoso con el fin de que la cosa no fuese a mayores, optó por despedirse en aquel momento, sin haber podido decir cosa alguna al rey.
El Consejo se encontraba reunido en Gobernación, así se lo había dicho Alejandro Oliván; estaba deliberando después de tener conocimiento de que Manso, a la sazón Capitán general de Castilla la Nueva, había advertido indirectamente a Serrano. Allí se dirigió Donoso que les aconsejó que lo mejor era que se avisara al general Fulgosio, casado con una hermana del duque de Riánsares, por si hubiera tiempo aún. Pensaron que esto podía molestar al capitán general, acordando finalmente llamar a los dos juntos, para advertirles que tal vez Serano pretendiese presentarse al día siguiente en el Senado, por lo que había que rodear el edificio muy temprano de agentes.
Era demasiado tarde y todos los esfuerzos por encontrar a Serrano por parte de Fulgosio fueron inútiles, por lo que Donoso se dirigió al palacio para dar cuenta al Consejo de la situación. Se había acordado reunir el lunes una junta de personas notables que dictaminaran sobre la conducta que el Ministerio debía tomar. La Junta se compuso del Presidente de las Cortes, del Tribunal Supremo, del Consejo Real, Narváez, González Bravo, Mon, Pidal, Calderón Collantes, Martínez de la Rosa, Collantes y Donoso Cortés, reuniéndose en el Ministerio de Estado el lunes 19 de marzo.
Pacheco no se presentó, pues a decir de Casa Irujo, el domingo por la noche había sido llamado por S.M la reina a palacio, para encargarle de la formación de un Ministerio, encargo que había aceptado, para cuando este Ministerio hubiera dejado de existir.
La junta acordó que de ningún modo se tomase la determinación que el gobierno dimitiera, sino que se aguardase a que fuera exonerado por la reina. Es decir seguiría cumpliendo sus funciones, que se pidiera al Senado abrir expediente a Serrano; que se pidiera al Congreso un voto de confianza y que se siguiera con la busca y captura de Serrano.
El Jefe de Gobierno, Casa Irujo, se presentó a la reina para informarla de las decisiones tomadas, se encontraba de mejor humor, le dijo no obstante
_¡Carlos, revoca esa orden!
_Señora lo harán nuestros sucesores, porque parece que los tendremos pronto.
_Es verdad, pero esos harán otras cosas, dijo la reina.
¡Revocad vosotros la orden!
_Señora. No puede ser. Y si se le pilla le costará caro.
_No se le pillará, no, de esto estoy segura.
_¿Segura?
_Si, muy segura.
En la sesión del Congreso, se da a la junta formada el voto de confianza que había solicitado, no sin ver como Salamanca se enfurecía, hablando de intrigas y amenaza, hasta al punto que alguien llegó a decir que si la reina se mantenía en sus trece rodarían cabezas.
Durante el desarrollo de la sesión, la reina había llamado a Casa Irujo, para decirle que se presentase en el Congreso, diciendo que si Serrano había desobedecido al Gobierno era porque ella se lo había mandado, a lo que se negó, montando la reina en cólera de nuevo.
_¡Si no me obedeces, yo misma se los diré a todo el mundo!
Así lo hizo, comenzando por decírselo a los gentilhombres de palacio, a todo los que se encontraba a su paso e incluso al rey, Alguno que se atrevió a desaconsejarla aquella postura y advertirla que era publicar su deshonor, ella contestaba airada
_ !No me importa nada¡
Parece ser que Isabel quería mandar sola, pues había comentado “ya que he tenido la suerte de salir de mi madre que en todo se metía” y no quería tampoco que “Paquito” se metiera ahora en nada, además no quería ni siquiera verle.
Isabel parecía estar desquiciada, al menos su manifiesta alteración llegó a extremos insospechados cuando Donoso Cortés llamado ante ella, tuvo la ocasión de comprobarlo.
Le recibió con una alegría exagerada.
_Señora, a los pies de V.M.
_¡Hola Donosoooooooooooooo!
_Señora ,muy alegre está,me felicito por ello. Solo quiero saber la causa de esta alegría.
_Esta noche. Esta noche caerá el Ministerio.
_Señora, no es solo el Ministerio el que cae es la Monarquía la que se hunde.
_No me importa. No me importa.
_Señora, por Dios. Tratemos con gravedad estas materias, hable V.M., y no cante.
¡Espera, espera quiero romper aquel cristaaaal!
Cogiendo un hermoso florero de vidrio que estaba en la chimenea, lo arrojó al suelo haciéndose mil añicos.
Siguió la reina hablando en recitado y cantando, diciendo que pensaba llamar por la noche a Pacheco, para decirle que si tenía ya organizado el nuevo Ministerio, exoneraría a los Ministros actuales, que pondría la mando de la capitanía General de Madrid a Córdova, como Gobernador de Madrid a Prim y como Jefe del Estado mayor de la Plaza a La Gándara.
Donoso no pudo por menos que echarse las manos a la cabeza, para despedirse acto seguido e ir al Ministerio de Estado, donde estaban todos reunidos y donde contó aquella aventura.
Salamanca y Pacheco no pudieron entenderse, este no estaba de acuerdo con los ministros que aquel le proponía, ni viceversa. Los moderados, participes del ministerio saliente pensaban en Narváez, aunque Donoso le tenía por enemigo personal y le creía peligroso, sin embargo parecía que como mal menor era la opción necesaria tal como se habían puesto las cosas, aunque si esto sucediese debía antes antes contraer ciertos compromisos respecto a María Cristina. Pero esta opción que pretendían los moderados no contó que Narváez decidiera entrar la servicio del gabinete de Salamanca, siempre y cuando entrasen en el ministerio dos de sus amigos Mazarredo y Benavides y fuese nombrado el mismo embajador en París o Capitán General de la isla de Cuba, ofreciendo a cambio su espadón y su nombre.
La noche del 26 de marzo, a las cuatro de la mañana, recibía Isabel a Serrano después de que su marido se había acostado. Fue aquella conferencia la clave, en la decisión de la caída del Ministerio que le propuso su amante.
La reina se había mostrado recalcitrante e indecisa, por lo que Serrano se despidió, temeroso de sus dudas, de ahí que a la mañana siguiente, sábado, por medio de Vega de la Secretaría de Estado, aprovechando la ocasión de entregar a los reyes una invitación, para asistir a una función en el Liceo, hizo llegar a la reina una carta de Serrano, en la que decía cual era el modo de proceder para la destitución de los Ministros.
La prevenía a tal fin que llamase a uno de ellos, para que autorizase la destitución del presidente Casa Irujo y el nombramiento de Pacheco y que en caso de que ese uno se negase a obedecer, llamase a los gentil hombres de guardia y diera la orden en su presencia, para hacer constar su desobediencia.
De nuevo, a la lectura de la carta, la reina se mostró indecisa. Vega, a quien Serrano había aleccionado, la dijo que si no se hacía de aquella manera, Serrano caería en desesperación y en despecho, que en un momento de locura podía entregarse al Gobierno y al mismo tiempo entregar las cartas que tenía en su poder.
El miedo de Isabel II prevaleció y aquella misma noche fueron destituidos los ministros.
Ellos pudieron más que la defensa a ultranza de parte de los moderados, pues el Partido Moderado que aún no estaba unificado ni concentrado como tal, por mantenerse en el Gobierno, y de la que hizo gala Donoso Cortés, tal como se había manifestado cuando le decía a Fernando Muñoz “aquí el pandero está en mis manos y yo le aseguro que conmigo no se juega, tengo recursos para todo y con escándalos o sin escándalos, con sangra o sin sangre, triunfaremos. Todo lo tengo previsto y si el marido y los consejos se ponen en mis manos, como hasta ahora se han puesto, saldremos adelante aunque salga el sol por Antequera”
Amanecía España, el domingo 28 de marzo de 1847, con un nuevo Gobierno, el sexto de la Década Moderada cuya presidencia recayó en Francisco Pacheco y como Ministros: en Mazarredo de Guerra, en Juan de Dios Sotelo de Marina y Gobernación de Ultramar, en Antonio Benavides de Gobernación del reino e interino de Gracia y Justicia, en el marqués de Salamanca de Hacienda, y en Nicomedes Pastor Diez de Comercio, Interior y Obras Públicas, sin embargo el que fuera su principal promotor, no fue uno de sus componentes.
FIN
1Archivo Histórico Nacional, DIVERSOS-TITULOS_FAMILIAS,3539,LEG.3,EXP.17. Correspondencia de Juan Donoso Cortés, Marqués de Valdegamas, sobre asuntos políticos.